Tras la debacle total después de la 1ª Jornada de la 1ª Tríada de El Clan el pasado 27 de septiembre me pasé un par de días entre semana con Angela por Arqueros de Madrid para identificar si estaba teniendo una pájara importante. Descartado este punto el jueves pasado, me enfrenté con optimismo a la jornada de hoy.

El día amaneció encapotado y con una llovizna desde primeras horas de la mañana. En las dianas de calentamiento a las 8.30h usé exclusivamente las flechas de práctica, de peor vuelo y más económicas pero igualmente válidas para los primeros 20 tiros del día, sobre todo si se están mojando las plumas...

La patrulla en esta ocasión fue con Antonia y Clara y un "recuperado", Jorge, que se estrenaba en una jornada de liga tras disfrutar una vez por mes del campo por su cuenta. Se daba la casualidad que hacía dos años nos había visto a Angela y a mí en el día en el que estrenábamos nuestros primeros arcos, dos recurvos Old Tradition Deer Slayer.

Hoy no desayuné porras, sino un tazón de cereales, nada de arriesgarse. Con algo de sueño pero con la vista nítida y capaz de enfocar bien en la distancia, inicié el recorrido metiendo las dos flechas, lo cual es siempre un subidón de moral y seguridad. Es impresionante cómo esa primera diana puede ayudar a tener un buen día o dejarte "tocado". Como decía Teo en el recorrido fijo que hicimos con Antonio Cámara más tarde, "saber competir es saber remontar", pero yo ando lejos de tener esa fortaleza mental y por eso agradezco tanto un buen arranque.

El recorrido me pareció precioso, dianas prácticamente nuevas, tiros bien diseñados y muy bonitos. A medida que pasaban los minutos, la lluvia empezó a menguar más y más hasta que mis compañeros de patrulla decidieron guardar los impermeables.

Opté por no saber mi puntuación hasta el final pero ahora puedo decir que a mitad de recorrido acumulaba ya 151 puntos, un ritmo de 300 que luego no se cumpliría pero que me permitía centrarme en disfrutar cada propuesta de tiro.

En la diana 10 tuve un pleno y a continuación, en la 11, un 11+8, claramente no se iba a repetir el despropósito de hacía una semana.

Fue una auténtica pena que inmediatamente después tuviese un doble-cero inexplicable (¿quizá los nervios de verme demasiado bien?) y en la 16 otro doble cero tras un 10-8. Esos dobles-cero fueron ya imposibles de levantar en una segunda parte del recorrido algo más irregular con un final con tres dianas sumando solo 23 puntos.

En general me vi soltando mejor, relajado y hacia atrás. Las flechas volaban bien y respetando muy bien la vertical del corazón.

Antes de que Clara me pasara mi hoja de puntuación me esperaba entre 240 y 250 puntos y me alegré mucho cuando vi los 270. Para mí 270 es una buena puntuación de la que me encantaría no bajar nunca pero que aún supone un reto importante tras estos 7 meses con el longbow.

Al terminar y viendo que eran las 12.30h, me animé a hacer el recorrido fijo con Teo y Antonio Cámara y fue el mejor broche para terminar la jornada. Buenos tiros, consistencia en la técnica y creo que un solo doble-cero en una puntuación final de 294 (muy buena, pero es el recorrido fijo, no es lo mismo). Aprendí a usar la técnica de la referencia para llevar una puntuación más sencilla al tiempo que mides tu rendimiento. En mi caso, anotaba la puntuación en cada diana respecto a 10. Así, un 13 era un +3 y un 8 era un -2. Acabé con +54, por lo que 240+54 = 294, muy útil y cómodo.

Os dejo con un vídeo de la jornada con un minibonus al final con el recorrido fijo.