C'est fini! ¡Se acabó! It's finished! Con la sexta jornada concluyó la Liga 3D de Arqueros de Madrid de 2016, una liga muy equilibrada en prácticamente todos los aspectos como luego comentaré en detalle. Pero primero toca relatar cómo transcurrió la mañana entre arqueros y flechas.

La mañana se presentaba bastante fría, daban entre 6 y 10 grados, pero a cambio soleada. Así que todo apuntaba a una estupenda jornada en el campo. Mientras muchas familias iban a la sierra a dar un paseito y a comer, unos 85 arqueros y arqueras formaban 21 patrullas y se recorrían el campo buscando ciervos, leones, jabalíes, avutardas, arañas gigantes o tortugas.

Sobre las 9.15 llegué al campo y ya había bastante bullicio en la línea de tiro de las dianas de calentamiento y pude saludar a los sospechosos habituales. A los pocos minutos llegaron Miguel y Laura, que habían hecho el curso muy recientemente y querían ver si el arco de Angela, el Bodnik Slick Stick de 25#, le gustaba a Laura. Les dejé el arco montado y unas flechas que usa Angela para las tiradas nocturnas, les deseé lo mejor (iban al recorrido fijo, no a tirar en la liga) y me fui a calentar un poco.

La verdad es que desde la primera flecha no me vi muy fino. No sé si era por el forro polar o por qué, pero el anclaje era inseguro, quizá no estaba abriendo el arco bien con la espalda. En cualquier caso me concentré en la suelta y me olvidé de apuntar y así, tras tres rondas de flechas di por resuelto el calentamiento. Tuve ocasión de probar el longbow "Zorro Gris" de Avelino, en apariencia un arco semejante al mío en diseño y libras pero muy suave en todos los aspectos. Muy ligero y sin handshock. Mis flechas no volaban bien con ese arco, hacían algún extraño pero no le di importancia, lo importante eran las sensaciones y fueron bastante buenas.


Avelino de vuelta a los campos de tiro

La patrulla de hoy, confeccionada por ranking, era calcada a la de la tirada anterior, Pedro Antonio, Félix, María y yo. Así que el ambiente agradable y los buenos tiros estaban asegurados. Además, se daba la circunstancia de que ninguno competíamos directamente contra ninguno en la categoría. María, por razones obvias, Pedro Antonio por ser matemáticamente primero aunque solo hubiera tirado una flecha en todo el día, Félix por jugarse el cuarto puesto y yo por jugarme el segundo. No es la mejor manera de prepararme para el Campeonato del Mundo IFAA de 2017 en Italia pero para eso ya habrá tiempo (y un artículo, claro).


Mis compañeros de patrulla. Pedro Antonio, María y Félix

A las 10 estábamos todos en posición y escuchamos el silbato indicar que daba comienzo el recorrido. Todos tuvimos un comienzo magnífico en las primeras dianas, con prácticamente todas las flechas en el pulmón y el corazón. Yo creo que ninguno nos esperábamos una racha inicial así. Lo habitual es que en una patrulla de cuatro, uno o dos estén aún fríos y las primeras flechas puedan ser erráticas. Pero hoy no, por lo que se veía, no perdonábamos ni una sola flecha. La cuestión era, lógicamente, si eso se podría mantener todo el día, la ansiada "regularidad".


Las primeras dos dianas fueron un comienzo prometedor

A partir de ahí la cosa empezó a cambiar. Pedro Antonio iba a su rollo, con el nivel que le caracteriza, pero es que María y Félix eran infalibles. Yo creo que en parte ninguno de los dos estaba seguro de que creérselo por si el sueño acababa repentinamente. Estaban abonados a los pulmones y a los corazones sin que pareciera que tuvieran que hacer ningún esfuerzo. ¿Era el campo especialmente fácil hoy? Yo diría que no, a mí al menos me pareció más complicado que en la anterior jornada. Había mucho animal pequeño y mucha cuesta arriba y cuesta abajo (al menos en el tramo inicial para nosotros, arrancando en la diana 10). Así que realmente estaban haciendo un magnífico papel. Por mi parte, no lograba encontrar una sensación cómoda, igual que durante el calentamiento.


Bajando hasta la diana del león

Veía cada tiro como un problema, en lugar de como una oportunidad. Pero no mentalmente, yo creo que ahí no tenía problema. No estaba especialmente nervioso o con la cabeza "en otro sitio", que es un mal habitual del arquero. Era más físico. Como si me costara encontrar la postura estable y que los músculos se pusieran de acuerdo para no molestarse entre ellos. El día anterior había ido a un sitio a practicar vuelo en un túnel de viento y te deja algunos músculos (hombros y la base de la espalda) "tocados" ¿pudo ser eso? No sé, es igual, el resumen es que me vi "flojo" con un arco al que no le puedo poner ninguna pega.


La patrulla que teníamos delante, también de longbows, todos buenos arqueros

A cambio de no tener mi día, pude disfrutar del de los otros. Sobre todo María y Félix tuvieron una primera mitad de recorrido espectacular. Yo creo que nunca había visto tantas flechas juntas en los animales como hoy. Ahora que lo pienso, en el vuelo de las flechas de María vi algún extraño pero eso no impedía que fueran directas a la zona vital. En el vídeo más adelante lo podréis ver.


Se intuye una patrulla júnior, el campo estaba muy bonito

Con las recientes lluvias, aparte de quitarnos un peso de encima (llámese boina de contaminación de Madrid), el campo había bebido casi a placer y la tierra y la maleza estaba toda húmeda y fresca. En esta época del año no podemos esperar ver las vaguadas floridas pero sí que podemos disfrutar de los olores a tierra húmeda, a tomillo y a jara y de eso tuvimos de forma generosa mientras subíamos o bajábamos por los repechos.


Una avutarda perfectamente enmarcada desde la piqueta de tiro mientras la anterior patrulla se encamina a la siguiente. De izquierda a derecha, Laura, Mario y Juan Cruz

Por mi parte, cometía muchos errores y perdía flechas. Era todo muy irregular. Si fallaba la primera, luego metía un pulmón o un corazón. Si metía primero el pulmón, entonces fallaba la segunda. En total se me fueron 10 flechas, lejos de mi objetivo de 5 este año, que creo que no voy a poder alcanzar. Para poner en perspectiva el día de hoy y sobre todo si esta reseña la están leyendo arqueros novatos o gente con intención de introducirse en esta bonita afición, he querido comparar la puntuación y las sensaciones con las de un recorrido similar en dificultad y puntuación, la 4ª jornada de la misma liga, celebrada en septiembre. En esa ocasión obtuve 259 puntos y me llevé muchas mejores sensaciones que hoy, con 262 y una mejor proporción de heridos contra pulmones (en la 4ª, 22 heridos y 11 pulmones, en esta 6ª, 18 heridos y 15 pulmones). Esto es una constante en la vida del arquero y hay que aceptarla como es sobre todo porque no merece mucho la pena hiper-analizar un día aislado y menos si, como yo, vas a tirar de media una vez a la semana en todo el año.


Pedro Antonio, arquero zurdo, se enfrenta a una tortuga enorme

Por eso, independientemente de que la puntuación fuera sumando y sumando, solo en un tramo hacia al final del día me empecé a encontrar más a gusto, siendo el motivo que encadené unas cuantas dianas sin fallar ninguna flecha. Ésa es la clave en el longbow y con eso el arquero se crece poco a poco, gana confianza y es capaz de poner el cuerpo a la orden de la mente con más facilidad.


No tuvimos piedad con la tortuga

Por parte de Pedro Antonio, salvo tres o cuatro dianas, mantuvo un nivel muy alto. Félix creo que tuvo un tropezón a mitad de recorrido que le frenó un resultado que de otro modo hubiera sido incontestable. Algo parecido le pasó a María con un par de bicicletas también justo pasado el ecuador del recorrido, pero luego se rearmó de una forma que nos quedamos todos impresionados. Como bien dijo Pedro Antonio tras la última diana, "si tenemos diez dianas más, María nos gana a todos". Desafortunadamente para María, el recorrido tenía 24 dianas y no 34 y su impresionante remontada tendrá que esperar a la siguiente tirada.


Unas arañas gigantes

Sobre las doce terminamos el recorrido. Revisamos las tablillas de puntuaciones y firmamos donde tocaba. Nos fuimos yendo con cierto cuidado de no cruzar ninguna línea de tiro hasta la caseta y punto de encuentro para reclamar nuestro bocadillo y bebida y reencontrarnos con el resto de la gente que también estaba ya de vuelta. Ahí me volví a ver con Miguel y Laura que confirmaron que les había encantado el Slick Stick y que por esa línea era la compra de Laura (incluso Miguel está tentado de sustituir su Buck Trail por un Slick Stick de 30 libras o un Falco Legend o Spirit). Las parejas arqueras no son tan habituales de ver pero cuando te encuentras con una te das cuenta rápidamente de que se retroalimentan muchísimo el gusto por el arco y salir a tirar.


Un jabalí a una buena distancia que todos resolvimos en general bastante bien

Con la puntuación de 262 puntos de hoy sería complicado que perdiera la segunda plaza de la liga pero hasta que no salgan publicadas las puntuaciones oficiales a última hora de la noche o mañana no lo podré confirmar. Ser segundo en esta liga no significa que haya sido el segundo mejor arquero de longbow que haya asistido a alguna tirada de la liga, eso rápidamente me colocaría quizá en la quinta posición pero con José Vázquez del Sol y Pedro Antonio Martín, campeón y subcampeón nacional de longbow en la coctelera, la cosa tampoco está nada mal. En cualquier caso, de los que hemos conseguido participar en al menos 5 de las 6 tiradas sí que me convierte en el segundo. Como dije en otra reseña, repetir tercera plaza en 2016 me hubiera parecido ya un gran logro porque el nivel había subido considerablemente en el longbow de esta liga. Quedar segundo no estaba en ninguno de mis planes y me hace mucha ilusión.

Y esto es así porque me he sentido muy contento con la liga de 2016. Este formato mejorado de Arqueros de Madrid para mí ha sido un éxito total. Seis tiradas en lugar de nueve lo hace mucho más planteable y compatible con otras muchas tiradas que existen en el circuito autonómico y nacional. La rebaja de precios de inscripción, si es económicamente sostenible, me parece alucinante y un esfuerzo muy importante por parte de Arqueros de Madrid por asegurarse de que nadie se queda sin tirar en un recorrido de gran calidad por motivos económicos. Le estás diciendo a todos los arqueros de Madrid y provincias limítrofes que cada dos meses, por 10€ (si no son abonados), pueden venir a pasar un día a tirar en un campo que ha acogido campeonatos nacionales, con propuestas bien pensadas, y disfrutar del mundo 3D en estado puro. Bien organizado, con circulares, formularios de inscripción, confección de patrullas y resultados publicados en el mismo día. Y encima para los que se suban al podio el próximo día 18 de diciembre, coincidiendo con la tirada de Navidad, seguro que habrá un bonito trofeo de recuerdo.


Si hasta tienen la categoría de arco mecánico...

Es verdad que la confección de patrullas por ranking tras la primera tirada elimina la posibilidad de ir rotando entre la gente que conoces, y digo rotando porque repetir solo con los amigos tampoco me enamora, pero para eso hay otras tiradas al año en donde puedes buscar la complicidad de la organización y pedir que te pongan junto con fulano o mengana.

Como fotógrafo oficial de mi patrulla espero haber hecho un minireportaje que justifique que no tenía tablilla de puntuación ni sacaba o buscaba flechas, ¡disfrutadlo!