Ése fue el grito de admiración con el que ayer en la tercera jornada de la Liga de Inviernos en Bastión de Alanos nos regalaron los integrantes de la patrulla inmediantemente anterior, especialmente el gran Jacobo Arroyo. El hecho de que ignoraran que cada vez que nos lo decían fallábamos estrepitosamente en la siguiente diana convirtiendo sus buenas intenciones en una suerte de maldición no puede ocultar que efectivamente, quizá por motivos bien distintos, ayer me sentí parte de un "patrullón" de longbows.


Foto extraída de Facebook de Bastión de Alanos

Los seis integrantes de la patrulla 11 ("Cachopalo", Carlos Parra, Javier Gamboa, Juan Carlos Murillo, José Miguel Campillo y yo) teníamos tantas ganas de hacerlo bien como de disfrutar de la jornada de arquería en compañía del resto de compañeros. El día, que arrancó muy frío y nos encontró a todos buscando un hueco cerca de un pequeño fuego improvisado en el punto de encuentro, fue poco a poco mejorando y demostró una vez más que una buena patrulla es la clave para disfrutar de este deporte. Naturalmente, yo disfruto muchísimo en solitario (como el otro domingo en Inglaterra) o yendo solo con Angela a tirar (muchas veces) pero cuando lo que te apetece es la mayor cantidad posible de arquería, no hay nada que pueda superar a una buena patrulla en una tirada social con el punto justo de competitividad para darle el protagonismo a la camaradería, a los consejos (sin abusar) y a la charla distendida en un ambiente de naturaleza.


Foto extraída de Facebook de Bastión de Alanos

Fue el caso de la tirada de este domingo pasado, con una patrulla de seis integrantes para una modalidad de IFAA llamada Hunter 3D que es para mí sin duda de las formas de preparar un recorrido que más me gustan. La ronda Hunter 3D busca simular situaciones de caza reales por lo que, para empezar, sólo se dispara una flecha por diana. Además, las dianas buscan el realismo cinegético tanto en la colocación del animal como en las vueltas que uno tiene que darle para tirar con éxito (desde un "tree stand", agazapado en un escondrijo, tirando de espaldas con el cuerpo pegado a un árbol, etc). Para los que vemos la caza como algo que solo en circunstancias muy particulares podríamos llegar a pensar en que está justificada, por no hablar de disfrutarla nosotros mismos, esta fórmula Hunter 3D nos resulta muy atractiva porque podemos jugar a cazar sin tensión interior alguna.


Foto extraída de Facebook de Bastión de Alanos

Lógicamente, en esta modalidad se hacen pocos puntos porque se combina la dificultad del tiro en sí con la imposibilidad de corregir inmediatemente con una segunda flecha. La clave para disfrutar de Hunter 3D es aceptar precisamente esto, particularmente con un longbow, y celebrar más si cabe un buen disparo. Como decía Cachopalo en nuestra patrulla, con toda la razón, llegar a 200 puntos con un longbow en Hunter 3D es un gran logro.

En mi caso arranqué bien, seguramente ayudado por el chocolate con churros con el que nos dieron la bienvenida en Bastión de Alanos. La puntuación en Hunter 3D es muy sencilla. Una única piqueta para todas las categorías, Muerto son 20 puntos, Vital son 16 puntos y Herido son 10 puntos. Empecé con 10, 20, 10, 10 y 10. Si hubiera seguido a ese ritmo habría sacado 336 puntos, que es una barbaridad. Lógicamente, no pude mantener ese ritmo porque fallé 12 dianas de las 28. Pueden parecer muchas (vale, aceptemos que son muchas) pero forma parte del juego de Hunter 3D con tiros complicados, muy largos y cambiantes. A cambio, por ejemplo, tuve 4 muertes, tres de ellas consecutivas en lo que fue una miniracha fabulosa.

Acabé con 222 puntos, suficientes para ganar esta tercera jornada en la categoría de Longbow seguido de cerca por Cachopalo y Carlos que hicieron también un magnífico recorrido.


De izquierda a derecha, "Cachopalo, el que escribe y Carlos

De cada tirada es bueno sacar siempre algo positivo, una reflexión, un consejo, una sensación, lo que sea. En este caso, de las 12 dianas que fallé, calculo que al menos 5 lo hice por empeñarme en tirar cuando no había encontrado una postura cómoda. A veces uno tiene que preguntarse para qué va a armar un arco si está desequilibrado, incómodo o completamente desconcentrado. Con mucha suerte, la flecha dará en algún lugar del bicho pero la inmensa mayoría de las veces la flecha ni roza el animal. "Si es que no tenía que haber tirado" nos oímos decir inmediatamente a continuación. ¡Pues no haber tirado! Invertir 10 segundos más en buscar una mejor postura no va a molestar a nadie y puede suponer una gran diferencia en el tiro. ¿No queríamos realismo en la caza? Pues estoy seguro de que salvo casos muy aislados uno va a prepararse a conciencia para que el tiro sea perfecto y la flecha cuente. Hay otros fallos como que te engañe la distancia (me pasó con un animal en cuesta y a contraluz) en donde ejecutas la técnica perfecta y fallas por poco. Eso es diferente, o cuando notas que has hecho una suelta horrible en el último momento, vale, a todos nos pasa, pero armar un arco y estar incómodo, eso es una estupidez y tengo que darme cuenta de ello a tiempo y solucionarlo aunque lleve algo más de tiempo. Ya tengo deberes.

Algo que me gustó mucho de la tirada en lo que respecta a mi técnica es que voy mejorando en el anclaje, más pegado a la vertical del ojo. Lo que hago es que anclo presionando un punto más la mano de la cuerda hacia la mandíbula y la cuerda se me queda más centrada en el ojo dominante. En términos generales ayuda a que si la suelta es limpia y hacia atrás, la flecha vaya exactamente donde yo digo, sin apenas lateralidad. Este pequeño detalle lo empecé a usar hace poco con el nuevo arco de estilo Ming sin ventana y supone una ventaja en general así que también lo aplico con mi longbow.

Os dejo con un vídeo con algunos tiros y un final a cámara lenta de la prueba de un Falco (creo que el Trophy o el Spirit) de Javier Gamboa de menos libras para practicar el anclaje largo de Juan Carlos. Momentos antes "Cachopalo" había corregido ni medio milímetro hacia arriba el punto de ennoque de la cuerda para corregir un vuelo errático de las flechas de Javier.

Para terminar, una vez más impresionante trabajo de Bastión de Alanos con un recorrido precioso, una hospitalidad ejemplar, bocadillos, ensaladas, café, caldito y hasta un guiso de carne y patatas. Creo que llegué a contar como ocho personas metidas en faena para que nos sintiéramos bien tratados en todo momento. Por pedir, sólo se me ocurren dos asuntos muy menores. Uno está relacionado con las patrullas. Yo disfruto rodeado con los longbows como el que más pero no me importaría tener algún recurvo en el grupo y mezclar hombres y mujeres. En las tiradas oficiales esto es impensable pero en tiradas de clubes donde se ponen las reglas que se desean, lo veo interesante. Yo al menos por mi parte, me declaro flexible en ese aspecto. La segunda cosa es quizá muy complicada de hacer pero yo lo intentaría alguna vez, y es cambiar el orden de comida y entrega de premios. Especialmente en los meses de frío y poca luz en donde la gente tiende a querer irse más pronto que tarde, yo trataría de adelantar todo lo posible los podios. Si no, se corre el riesgo de que haya gente que se tenga que ir y se quede con las ganas de llevarse el aplauso merecido. En particular creo que les pasa a los chavales más jóvenes, que tienen que irse con sus padres y se quedan sin subir al podio y a mí me da mucha rabia. En los meses más cálidos creo que pasa menos porque lo que quieres es quedarte el máximo tiempo posible pero desde noviembre a marzo yo iría más ligero y la comida se puede hacer relajadamente.