III Trofeo de Verano Bosque 3D de CAMS
Hace ya dos semanas del magnífico evento que el club Marques de Suances organizó para reunirnos a muchos en torno al valle del Lozoya. No pude redactar mi resumen de la jornada hasta ahora porque estuve de viaje y luego cursando parte de la titulación de Monitor Nivel 1 de tiro con arco (posterior al título que obtuve de Monitor RFETA y del que hablaré en otro artículo).
Hoy, por fin, puedo sentarme a escribir cómo fue aquella mañana. En primer lugar querría hacer notar que el club CAMS (Club de Arqueros Marques de Suances) es una rara avis dentro de los clubes que conozco. Desde fuera (recordad que yo soy abonado a Arqueros de Madrid y presidente del club "virtual" IFAA Ithilien) el club CAMS parece una especie de familia arquera con muchas flechas tiradas, mucha experiencia y muchas ganas de seguir con una mano en el arco y la otra tensando la cuerda.
Venir al campo de CAMS es siempre un placer
El caso es que no tengo constancia de que impartan cursos de iniciación, por ejemplo. Así como otros clubes tienen al menos un curso de este tipo al mes, CAMS no parece realizar esta actividad tan básica para incrementar la base de abonados. Es como si no lo necesitaran o no fuese su objetivo. Te los imaginas diciendo "estamos bien como estamos y siendo los que somos". Pero al mismo tiempo, no se encierran en absoluto en su campo. Muy al contrario, se les puede ver en un montón de tiradas, ya sean WA o IFAA. Y no solo eso, también organizan todo tipo de tiradas al año. Trofeos, Opens, su propia liga, campeonatos, jornadas de la liga IFAA Centro... Recuerdo que el año pasado, un par de semanas antes de que arrancara el WBHC de IFAA (campeonato mundial bowhunter en Italia) organizaron una especie de "jornada calentamiento" con dos o tres minirecorridos de diferentes rondas para que los que partíamos a tierras transalpinas (y cualquiera que quisiera sumarse) pudiéramos familiarizarnos con las menos habituales (hunter y animal, principalmente). Me alucina la vitalidad de este club a pesar de no funcionar como puerta de entrada para nuevos arqueros, está claro que tienen su prestigio y su presencia muy asentados.
Volviendo a la tirada en sí, que me desvío un poco, llegamos en la plenitud de un junio que en realidad era un mayo tardío debido a las continuas lluvias del mes anterior. No faltaba ningún color en el recorrido, predominando el verde que se intuía aún fuerte para las semanas siguientes y el morado del cantueso omnipresente.
Paco, María y Eugenio
Algunas personas se sorprendieron al verme con el polo técnico de Arqueros de Madrid pensando que me había cambiado de club. Supongo que de tanto verme en la liga IFAA Centro con la camiseta de Ithilien pensaron que solo podía ser de ese club. Aclaré sin problemas que soy abonado de Arqueros de Madrid, club al que debo muchísimo del arquero que soy y al que trato de ir al menos una vez a la semana. Pero al no ser Arqueros de Madrid un club afiliado a IFAA y yo querer participar en estas competiciones, cofundé el club Tiro con arco Ithilien (o Ithilien a secas) con otras 12 personas (todas amigas de hace años) que opera como club virtual. Si la competición es WA, defiendo los colores de Arqueros de Madrid, si es IFAA hago lo propio con Ithilien. Espero haber aclarado la confusión.
Tras el calentamiento, la organización nos "azuzó" para que fuéramos a nuestras dianas de salida. Luiyo y Yamila, que habían venido también, se fueron con sus respectivas ALO y ARI y yo estuve en una ALO por llevar mi Falco.
Yamila me confesó que llevaba la cuenta de las veces que tiraba siendo la única mujer de su patrulla y que empezaba a quedarse sin dedos. Conociéndola, sé que le apetecería que alguna vez pudiera tirar con otras mujeres (y de su misma categoría si fuera posible) y le sugerí que cuando se inscribiera a la siguiente lo hiciera notar como preferencia por si la organización tenía flexibilidad.
Los mismos Paco, María y Eugenio pero mucho más concentrados
Yo estaba con María, Paco y Eugenio, con quienes he tirado en varias ocasiones. Sabía que íbamos a estar perfectamente compenetrados y con buen ánimo independientemente del resultado numérico.
Efectivamente, así fue. Los cuatro teníamos miedo del calor e íbamos preparados para lo peor; que pegara una solana que nos dejara en el sitio. Al final la cosa no fue para tanto pero eso no impidió que fuéramos, valga el chiste, "de sombra en sombra y tiro cuando me toca".
Bonitas vistas mientras Paco y María anotan la puntuación
El recorrido estaba muy bien. Habían empleado fundamentalmente la zona este del campo, sin que fuera necesario subir en exceso la colina que, sí, hubiera mejorado aún más las vistas del valle pero a costa de más sudor, literalmente. Las propuestas, a distancias WA, tenían toda la variabilidad que uno pueda querer y aunque volvieron a desaparecer los parapetos, lo cierto es que salvo tres o cuatro propuestas, no hubo grandes problemas para recuperar flechas fallidas. Bueno, quizá debería señalar que la patrulla que nos antecedía hizo un poco de tapón por esto mismo pero nunca llegó al nivel de la última jornada de la liga IFAA, en donde ya relaté que fue exagerado.
La patrulla de delante
Los cuatro tiramos "más o menos bien". No fue nuestro día pero tampoco nos hundimos en la miseria. María seguía practicando con su nuevo arco, un L.A. Traditional Bows, y creo que nos regaló los mejores tiros de la jornada. Paco y Eugenio estuvieron tirando bien, con la habitual ración de fallos evitables que tanta rabia da. En el caso de Eugenio, con su particular estilo en donde no llega anclar en la cara, salió el tema de las libras pero él, que lleva muchos años tirando (empezó con olímpico) sabe perfectamente lo que supone y no le da la más mínima importancia, prefiere tirar con unas sensaciones concretas y pasárselo bien que buscar otro arco más suave y mejorar su rendimiento.
María con el valle de fondo
Por mi parte, me había puesto un objetivo ambicioso, superar los 300 puntos en una competición WA con mi longbow. Era ambicioso por haber estado tirando con histórico todo el año y porque los 300 puntos en longbow son ya unos puntos respetables. No estaba escrito que fuera ese día. El calor, la dificultad del recorrido... no sé, el caso es que me quedé por debajo de mi puntuación de referencia en competición, que es 280-290, con unos decepcionantes 249. Por no llevarme, no me llevé ni el premio de consolación, un puesto de podio, ya que Arana quedó tercero con 250 puntos en un día en el que él se había marcado 350 como objetivo. Emilio, segundo tras pasar su arco por el "taller", y Pedro Antonio, primero, completaron el fantástico podio de longbows. ¡Enhorabuena a todos ellos!
Eugenio a punto de dar a un conejo con su particular estilo sin anclaje
Sí me fastidió la frecuencia con la que tuve sueltas desastrosas. Espasmos muy raros en mí en donde la mano saludaba al respetable en lugar de irse relajada hacia atrás y dejar libre la cuerda. Creo que traté de concentrarme "en exceso" precisamente en esa mano y dirigí la atención de mi cerebro a donde precisamente no debía hacerlo. Recuerdo un caso como si fuera ayer. Ante un oso blanco puse una primera flecha preciosa y cuando estaba anclado con la segunda supe que tenía la segunda flecha igualmente buena. Estaba absolutamente convencido de que podía tener hasta un robin. Y, de pronto, como si alguien me hubiera tirado de la mano de cuerda, me vi lanzando la flecha a un arbusto a la derecha del oso completamente incrédulo. No tuve tiempo ni de enfadarme de la sorpresa que me produjo.
Paco en una de las últimas dianas del recorrido
Encadené muchas buenas primeras flechas y malas segundas y muy pronto me di cuenta de que así no iba a batir mi mejor marca en competición WA. Aún así, ya con perspectiva, si en un día para olvidar me llevé 249 puntos, significa que hay una base sólida bastante respetable, el "par del campo" poco más o menos. De todas formas, hasta volver a recuperar el longbow histórico a finales de julio aún puedo dedicarme con fuerza al longbow moderno a ver si me quedo con mejores sensaciones.
Salvo los fuera de serie que rara vez sufren baches importantes como los mortales como yo, noté a mucha gente ya en el picoteo a la conclusión comentando que las sensaciones habían sido reguleras. Desde el punto de vista de puntuación y sensaciones, no había grandes alegrías, pero a la sombra en el merendero con agua, refrescos y cervezas y los obligados bocadillos, las conversaciones ya fueron por otros derroteros, no había necesidad de hurgar en la herida de nadie ni de uno mismo.
Piscolabis
Entenderéis que cuando Yamila me dijo que había tenido un recorrido fantástico y que, además de pasárselo de fábula en su patrulla, había conseguido 231 puntos sospeché que tendría su recompensa. Ella no pensaba así, con su longbow y flechas de carbono se sentía en desventaja en arco instintivo así que cuando Luiyo le propuso volverse pronto a Madrid (compromisos familiares) ella no lo dudó un segundo y tuve yo (encantado) que recoger su medalla de oro y su queso de 3 kilos cuando la proclamaron campeona aquel día. Al día siguiente cuando se lo entregué todo (trabajamos en la misma empresa) se encontraba entre entusiasmada por la noticia y apurada por haberse ido antes de tiempo.
El queso y medalla de Yamila
Con la entrega de premios concluyó la jornada y la mayoría nos dirigimos a los coches. Atrás dejamos a la organización que todavía tenía que recoger todo esa tarde y a la que de nuevo quisiera agradecer la frecuencia y la calidad de las tiradas que organiza. Si no me equivoco, se han prestado para el campeonato de España Bowhunter IFAA de finales de septiembre y espero que sea todo un éxito de asistencia y de ambiente, se lo merecen.