III Torneo Iunis Ignis en Bastión de Alanos
Este domingo tocaba visitar tras mucho tiempo a nuestros amigos de Bastión de Alanos. Para dar por finalizado el verano habían organizado el tercer y último (y más especial y concurrido) torneo Iunis Ignis que reunió a más de sesenta arqueros de recurvo, longbow y poleas.
El día amaneció un poco fresco y con muchas nubes pero poco a poco fue abriendo y caldeándose el día. Sobre las 11.30 sonaba la campana para que todas las patrullas arrancaran en sus piquetas correspondientes. La patrulla en donde estábamos Angela y yo, salvo ella, éramos todos longbows, hasta un total de 6.
La cosa no empezó mal pero yo intuía que no era de esos días en los que estás fino. Lo sé porque es como si viera con menos definición, con una luz plana que lo inunda todo. Eso afecta a cómo me concentro en el punto al que tirar y como consecuencia en la confianza con la que ejecuto la técnica. No me preocupa mucho mientras me dure una semana o así, que es lo que creo que me estaba durando este "episodio".
La familia de Bastión de Alanos, con Jacobo Arroyo a la cabeza, había preparado un recorrido de dos vueltas a 14 dianas (con algunas propuestas dobles) de todo tipo pero al más puro estilo IFAA (caza simulada, distancias lejanas) aunque Jacobo había anunciado que eran tiros "muy cortos". A nadie de nuestra patrulla le pareció que fueran tiros "cortos" :)
Como a Angela no le gusta madrugar y no le interesa nada competir, ésta era una oportunidad única para verla "en acción" en un recorrido nuevo con podio al final. Su categoría era la segunda más concurrida, recurvo femenino, con al menos 15 participantes, la primera sigue siendo recurvo masculino, por supuesto.
En un artículo anterior, Angela, su equipo y su técnica, comentaba que Angela tiene dos anclajes, el bueno y el malo. El malo ni siquiera es siempre muy malo pero rompe la consistencia y perjudica los tiros más largos (pierde unas dos libras de potencia de su arco). Me estuve fijando en casi todos los tiros para tomar nota de cuándo usaba uno u otro. 2 de cada 3 usaba el bueno y el resto, el malo. Hacia el final era más probable ver el malo, lógico, ya que el malo supone "descansar" la mano de la cuerda en el hueso de la mandíbula en lugar de mantener la tensión completamente.
Nos tomamos el torneo con mucha calma los seis y fuimos comentando animadamente las diferentes propuestas procurando animarnos entre nosotros y no molestar cuando alguien estaba en la piqueta. Fue una mañana fantástica, exactamente como deberían ser estas jornadas. Ambiente distendido, risas, comentarios, ánimos, en fin...
Un "robado" de Haritz Solana Galán, probablemente estábamos hablando de algún tiro de la mañana ¡con Pepsi y bocadillo de salchichas y panceta!
El arco de Angela, el Bodnik Slick Stick, sigue despertando cierta admiración. Siempre que Angela tiene ocasión, lo recomienda. ¡Lo que mucha gente no sabe es que es de 25 libras! Por eso, en mi opinión, es más valioso aún su segundo puesto en la categoría de recurvo femenino que anunciaron en tiempo de podio.
Angela, ¡segundo puesto en recurvo femenino!
Yo no tuve mi día. En ocasiones me abandonaba al "snapshooting", que detesto, y en otras, la suelta iba como quería. Otros tiros simplemente se me quedaban bajos, pero iban muy bien dirigidos, y esos fallos los considero mucho menos importantes. Yo pensé que estaba haciendo un papel desastroso y al final me enteré de que me había quedado a 1 solo punto de ser el segundo. Cuando piensas que todo ha ido mal y que lo mejor que has hecho ha sido aplaudir algunos tiros espectaculares de Angela, un tercer puesto te sabe a gloria.
Aquí estoy yo, encantado con un tercer puesto ¡en un mal día!
He preparado un vídeo de 15 minutos en donde he seleccionado tiros de ambas vueltas al recorrido con un extracto de la entrega de premios al final.
Muchas gracias, como siempre, a Bastión de Alanos por organizar un torneo + barbacoa tan espléndido como éste y acogernos a todos, nos sentimos en todo momento parte de su proyecto de arquería para todos.
Foto de familia de Haritz Solana Galán con los que nos quedamos hasta después de los podios