IV Mereth de Ithilien, volvemos a Muntanyola
Éste es un relato de la escapada anual de nuestro club de tiro virtual "Arqueros de Ithlien" nada menos que cuatro meses después de que aconteciera. ¿Cómo es que me planteo ponerme delante del teclado para recordar esos tres días de mayo? Porque fue un viaje arquero fabuloso y no ha disminuido ni un ápice la necesidad de hacerle justicia. También porque quiero retomar con más frecuencia las entradas en Aljaba.
Estas merith (plural de mereth, una palabra del sindarin de JRR Tolkien) son una oportunidad cada año para que las personas que formamos el club de tiro con arco Ithilien nos demos un "intensivo" de flechas, gastronomía y juegos. El año pasado viajamos hasta la Selva Negra y este año volvimos a Catalunya.
El viaje no pudo empezar peor. En la estación de tren de Atocha tuve un serio altercado con el personal de seguridad porque no nos dejaban subir al tren con nuestras flechas de madera al no poder quitarles las puntas. Escribiré en detalle sobre esto en el futuro, baste decir ahora que con la intervención de la comisaria de Policía de la estación pudimos subirnos a un siguiente tren (tras perder el nuestro) y que estoy preparando un escrito a la RFETA para que modifique sus acuerdos con ADIF y las subcontratas de seguridad.
Llegamos a nuestra base de operaciones favorita, Mas Postius en Muntanyola, a punto para cenar algo sencillo (pero muy rico) y acostarnos.
Nota: las galerías de fotos permiten pinchar en ellas y ver cada una más grande.
Día 1, Can Piqué lo llena todo
Decidimos apostar todo el dos de mayo al campo de tiro Can Piqué. Angela y yo ya lo habíamos conocido hacía años gracias a nuestros amigs Noelia y Luis que viven por la zona.
Con una tirada reciente de la liga catalana de 3D, uno de sus dos recorridos estaba como nuevo así que nos aconsejaron reservarnos ése para después de comer y abordar el otro para la mañana, en donde íbamos con algo menos de tiempo. "Así" -nos dijeron- "acabaréis con mejor sabor de boca".
La verdad es que Can Piqué es un campo 3D de primera categoría. Tiene una buena zona de entrenamiento, es fácil dejar pagada la entrada en un buzón afuera de una caseta de aperos varios y las indicaciones son muy claras. Además, su ubicación, cerca de la ciudad de Barcelona (a 6km a vuelo de pájaro de la Sagrada Familia), lo convierte en un lugar muy activo y frecuentado. En Madrid lo que más se le parece, sin poder igualarlo, es Arqueros de Madrid.
Este año éramos Luiyo, Yamila, Álex, Angela y yo. Un grupo reducido comparado con otros años pero con el mismo entusiasmo que siempre. Por norma general no anotamos la puntuación y nos centramos exclusivamente en disfrutar cada propuesta de tiro. Siendo 4 longbows y un recurvo, tiramos desde la piqueta "normal" aunque no es raro querer imprimir un poco de emoción extra tirando desde la piqueta más lejana o añadiendo hándicap con alguna postura más retadora.
Este primer recorrido, bajo un sol de mayo que picaba lo justo, lo disfrutamos bastante, sobre todo por la abundancia de tiros picados y contrapicados a dianas pequeñas y no muy lejanas que son más raras de ver donde solemos tirar en Madrid.
Un aspecto importante de estos encuentros es compartir en general buenas sensaciones tirando. Es decir, si van a ser tres días de flechas, que no haya nadie que se venga abajo y esté sufriendo todo el rato. Todos hemos estado ahí más o menos veces y sabemos la pesada carga que es para la persona que no se está encontrando con el arco sentir la cuesta arriba de todas las flechas que aún le quedan por errar. A pesar de que casi todos llevábamos una temporada sin tirar con frecuencia (en algunos casos, muchos meses), este primer recorrido de la Mereth de Ithilien sentó una buena base para lo que sería el resto de los días.
Comimos en el restaurante que está al lado con cuidado de no hacerlo hasta reventar, porque ya estábamos pensando en el segundo recorrido, "el bueno", y queríamos cubrirlo sin sufrir a cada paso.
Efectivamente, el segundo recorrido estaba casi para estrenarlo, como nos habían prometido. Dianas seminuevas con tamaños y tipologías más variados en una senda más asalvajada y con más árboles que daban una sombra vespertina muy agradable. Al igual que la mañana, prácticamente íbamos a nuestro aire sin cruzarnos con nadie, una de las ventajas que ya conocemos de aprovechar un festivo local de Madrid fuera.
Voy a aprovechar para posicionarme oficialmente a favor de las tardes de tiro con arco. Creo que nunca antes lo había comentado en Aljaba pero ya iba siendo hora. Prefiero las tardes a las mañanas. Que nadie me malinterprete, una buena mañana de tiro con arco es algo único, pero tengo debilidad por las tardes y cómo la luz, a cada flecha, va disminuyendo en lugar de aumentar. Para alguien con astigmatismo como yo, podría parecer antiintuitivo ya que es sabido que en la penumbra nuestra agudeza visual cae en picado pero supongo que se imponen otras cualidades de la experiencia de tirar con arco en el bosque antes de cenar que trataré de identificar en un futuro post.
En fin, todo esto para reiterar que fue un recorrido completo de 24 dianas que disfrutamos mucho. Por cierto, llegados a este punto yo estaba cómodo con mi arco borgoñés, un longbow recurvado histórico hecho de madera de laburnum que con sus 42 libras bordea el límite de mi "zona de confort", más en torno a las 35 libras.
Tras una copiosa cena de vuelta en Mas Postius, Luiyo nos tenía preparado un juego de mesa de clara inspiración rolera "Caos en Neverwinter". En él, interpretábamos a un conjunto de aventureros en un mundo fantástico lleno de peligros. Teníamos que ir explorando, misión a misión, unos escenarios de cavernas, castillos o bosques con enemigos variopintos en donde las decisiones tácticas tomadas en equipo suponían la diferencia entre morir o salir victoriosos.
Para una escapada arquera inspirada en nada menos que la Tierra Media de JRR Tolkien, complementar las flechas de día con juegos de mesa de corte fantástico por la noche es todo un lujo.
Día 2, Arquería Menchón y Terra d'Arquers
Un único punto negativo del día anterior fue que el forro de la cuerda de mi arco se empezó a deshacer como un azucarillo. En Can Piqué me habían atendido con mucho cariño pero el parche no iba a aguantar la tralla de los dos días siguientes. En casa tengo todo el material de reparación de cuerdas pero no consideré necesario llevarme nada para el viaje; menuda estupidez.
Se me ocurrió entonces que podíamos ir a visitar a José Menchón y comprar una cuerda de reemplazo. La visita resultó toda una experiencia porque estuvimos charlando de mil cosas dentro de la tienda y fuera con unos cafés en una terraza cercana. Lo de menos fue la cuerda que me llevé (y que sigue en el arco funcionando de maravilla), lo verdaderamente memorable fue escuchar de su parte todos los nuevos proyectos que tienen en mente tanto en relación con el tiro con arco como con otras disciplinas, destacando el tiro con cerbatana. En su web aún no ha dado muchos detalles así que no voy a repetir aquí lo que nos dijo pero la gente que lo conoce sabe que José Menchón está en una transición entre entre su negocio anterior de tiro con arco tradicional y otras actividades como el tiro con arco a caballo, tiro con cerbatana, homologaciones de recorridos, etc.
Conocí a Menchón a finales de 2015 tras regalarme Angela por navidad un arco estilo "Manchú" que ella había encontrado en su tienda (aunque entonces estaba etiquetado como de tipo "Ming") y desde entonces yo mismo le fui comprando un poco de todo hasta la pandemia, en donde se vio claramente que hubo como un cambio importante en la tienda que él mismo fue desgranando en sucesivos comunicados.
No sé si en su nueva etapa coincidiremos más o menos pero lo que puedo asegurar es que Jose Menchón seguirá estando "en todos los fregados" y no dejará indiferente a nadie. Para nosotros fue un segundo desayuno Hobbit repleto de anécdotas, historias y proyectos.
El único "pero" de alargar esta visita a Menchón fue que llegamos un poco tarde a Terra d'Arquers, en donde habíamos pactado toda una jornada de viernes tirando los 3 recorridos que tienen más una pausa para comer en su taberna ambientada.
Terra d'Arquers en Vall-Llobera es como una segunda casa. Apenas hemos ido unas pocas veces pero es llegar y sentir que estás en territorio familiar. Tanto Rodrigo padre como Rodrigo hijo son excelentes anfitriones y han construido un proyecto realmente completo en donde puedes sumergirte como arquero tradicional.
Además de actividades de archery combat, que siempre hemos ignorado porque preferimos emplear nuestros propios arcos contra dianas que van a aceptar estoicamente el golpe más certero, tienen tres recorridos, dos de 3D y uno 2D con animales y criaturas fantásticas.
Antes de comer hicimos uno de los dos de 3D, con unas vistas impresionantes del valle. El precio a pagar por esas vistas son unas bajadas muy verticales que requieren de todo el celo para no deslizarse pendiente abajo. Estos tiros son una verdaderamente pasada porque es rarísimo ver estas propuestas en otros campos. El entorno en primavera suele estar muy frondoso y, como había llovido la semana anterior, pudimos disfrutar de un sotobosque que recuperaba cierta humedad dentro de una insistente sequía que llevaba asolando la región más de dos años.
Comimos butifarra, monchetas y ensalada, el menú propio de Terra d'Arquers que te devuelve a la vida y te prepara para una tarde de flechas más intensa si cabe. También ayudó el licor de ratafía, desconocido hasta entonces por todo nuestro grupo, que le dio un toque dulce al momento del café.
Nos introdujimos entonces en el recorrido fantástico, con dianas de nuestro amigo Xavi, de Archer Targets. Este recorrido tiene unas 14 dianas o así representando orcos, huargos, arañas, espectros, trolls y hasta un dragón y funciona con puntuación decreciente ya que es tu propia vida la que disminuye a medida que vas fallando con cada flecha. Es un juego muy sencillo pero le da un toque emocionante diferente.
Se nota que las dianas están ya viejillas y recuerdo que el propio Xavi me preguntó cómo las había visto y tengo la sospecha de que estará preparando una renovación en breve. Quién sabe, quizá el año que viene luzca nuevo otra vez.
Yamila prefirió no tirar en el tercer y último recorrido, temiendo el retorno de las grandes pendientes y ciertos momentos de vértigo así que mientras ella se quedaba en plan relax en la casa de Terra d'Arquers, el resto disfrutamos de un recorrido 3D particularmente bonito.
Este recorrido serpenteaba por la parte más baja del valle y eso supuso que estuviéramos casi siempre a la sombra de los árboles. No sé si fue porque era el tercer recorrido del día pero lo cierto es que acumulamos una ristra de flechas alucinantes.
Después de este atracón de flechas fuimos a cenar a la cercana Vic, en donde dimos un paseo por su centro urbano y compramos unos pocos (muchos) fuets para aprovisionar nuestras despensas madrileñas. La verdad es que fue un día muy completo y cuando llegamos a la masía esa noche caímos redondos en nuestras camas.
Día 3, volvemos a Rupit dos años después
En su día, a través de Noelia, contacté con Sebas Juanola, el archicampeón de tiro con arco desnudo que tiene su propio campo de entrenamiento al lado del precioso pueblecito de Rupit, de la comarca de Osona.
En este hayedo donde apenas se puede ver el cielo por entre las copas de los árboles, hay una recorrido de 24 propuestas muy originales que aprovechan al máximo la orografía del terreno. Tras pagar en un buzón semiescondido a la entrada del recorrido y saludar a la cámara de seguridad que vigila a quienes deciden adentrarse, nos fundimos con paseo que zigzagueaba arriba y abajo durante un par de kilómetros antes de retornar paralelo a la carretera y al Riera de l'Om, que llevaba algo de agua.
Este sitio es muy especial. En primer lugar, el hayedo es incomparable y solo eso ya bastaría para destacarlo de entre muchísimos campos 3D que hemos visitado en nuestra vida. En segundo lugar, hay que andar un poco entre propuesta y propuesta, haciendo que la mañana sea una mezcla de senderismo y tiro con arco.
Finalmente, las propuestas están muy bien pensadas y tienen un punto de reto muy agradable. Pocos tiros tienen la línea de visión dificultada (esto encaja con el propósito de permitir entrenar para campeonatos) pero a cambio tienen todas algo que te obliga a parar y pensar antes de tirar la flecha sin más.
Puede ser un engaño con la distancia, un picado, una roca que amenaza cerca o incluso la tensión de perder una flecha en el propio Riera de l'Om.
Nos tomamos el tiempo que quisimos para no ir apurados. Hace dos años tuvimos que meter la directa en las últimas dianas para no llegar tarde a una mesa reservada en un restaurante cercano y no queríamos repetir ese error, así que la comida estaba reservada bastante más tarde.
Nos repetíamos lo afortunados que éramos al haber llegado apenas una semana después de unas grandes lluvias, lluvias que de habernos caído esos días habrían impedido nuestra escapada arquera.
No sería capaz de destacar una diana en concreto y la memoria me falla a estas alturas pero sí sé que tuvimos en general una mañana afortunada y pude sacar unas fotos para enmarcar.
El tiro con arco es algo muy estético y el campo de Rupit te proporciona un entorno prácticamente perfecto para recordar lo apasionante que es el tiro con arco en bosque.
Tras las últimas flechas nos dirigimos a Rupit a pasear por sus callejuelas y comer, no sin antes tomar unas cervezas artesanales muy ricas y comprar licor y crema de ratafía. Vamos, lo que se dice "hacer gasto". El pueblo de Rupit tiene mucho encanto e imaginamos que aguanta mucho más que una simple visita de paseo y comida pero no sé si alguna vez vamos a estirar mucho más la visita, la verdad.
Tras tomar un café al aire libre, nos volvimos a Mas Postius para ducharnos, estar de relax aprovechando una luz vespertina preciosa y continuar jugando al juego de mesa.
Cenamos muy rico, como siempre en esta masía. Después nos empeñamos en seguir jugando un poco más para tratar de terminar la lista de misiones (¡lo conseguimos!) y ya finalmente nos fuimos a acostar antes de salir a coger el tren de Barcelona al día siguiente.
Esta sencilla reseña no es capaz de transmitir ni una pequeña parte de lo que suponen tres días completos de tiro con arco en bosque con amigos en donde además haces planes lúdicos, buscas sitios para comer bien, paseas por lugares bonitos...
Os recomiendo que más allá de "palizas competitivas", exploréis este tipo de escapadas sin más objetivo que pasarlo bien. Una de las grandes ventajas del tiro con arco en bosque es que te permite conversar sin ningún problema durante todo el tiempo que estás tirando flechas y poder sacarle partido a esto está en nuestra mano.