Tirada especial de Halloween en Bastión de Alanos

Un año llevábamos esperando Angela y yo a que llegara esta tirada, exactamente desde el 1 de noviembre del año pasado, cuando asistimos a la primera tirada Zombi de Bastión de Alanos.

Se conjugaron entonces un recorrido espectacular, un ambiente festivo, nuevas caras y un Bastión de Alanos entregado mientras lucía un fantástico día otoñal. ¿Qué nos depararía esta nueva edición? Ya os adelanto que superó todas nuestras expectativas.

Esta vez nos acompañó Juan, que tenía ganas de tirar contra zombis y estrenarse con flechas de madera con su Falco Legend. Cuando llegamos sobre las 12.30h al club la zona de aparcamiento estaba abarrotada de coches. Aparcamos en un hueco como pudimos y tras montar los arcos nos fuimos saludar a la gente, vernos con Juan y pedir las tablillas de puntuación.

El sol estaba en su punto más alto en esta época del año y pegaba maravillosamente. Parecía más un día del veranillo de San Miguel que de finales de octubre y la gente podía lucir sus disfraces de Halloween sin problemas y sin pasar frío en absoluto. En cierto modo hacía tan bueno que me recordó a cómo celebran las navidades en Australia...


El ambiente a mitad del día

La zona del merendero estaba a rebosar de gente y de arcos. Corrillos, gente yendo y viniendo, la caseta de la bebida y comida muy animada. Algo más lejos había un puesto para maquillarse, también había un puesto de dulces de Halloween y una pequeña exposición de arcos de Old Mountain, un nuevo fabricante originario de Corea del Sur con presencia en España.

Como el día fue muy intenso y sucedieron muchas cosas, voy a separar en varios apartados lo más destacable para Angela y para mí.

El recorrido

El recorrido era una colección de 17 propuestas, algunas de ellas con múltiples dianas, ambientado en una infección zombi recién descubierta. Cada propuesta tenía un cartel explicando su relación con la infección y cómo había que tirar y anotar la puntuación. Lo mejor de todo es que la entrada era libre durante todo el día, así que podías ponerte de acuerdo con quien quisieras y tras calentar un poco salir a cazar zombis a tu aire. En la teoría esto era perfecto para evitar aglomeraciones y tapones (había al menos 90 arqueros ayer) pero creo que algo pasó con las tablillas de puntuación y no se pudo empezar hasta las 12.30h con lo que al final algunos sí sufrimos las esperas en cada diana. Nada que empañara la diversión de disparar flechas a dianas muy divertidas y trabajadas.

La primera parte estaba dominada por animales infectados o que podrían estarlo y nuestra labor era acabar con todos ellos. La segunda parte comprendía un buen número de zombis y espectros repartidos por una extensión enorme de cementerio para finalmente terminar con otros animales y la propuesta final, una lápida y una viuda zombi origen de la infección.


En esta diana de un zombi sorprendiéndonos tras una lápida nos salimos los tres

No solo las dianas sino todo a su alrededor estaba ambientado en torno a Halloween, con huesos o restos macabros, incluso rastros de sangre. Teniendo las dianas una calidad fotorealista la verdad es que no era raro que un compañero de patrulla aullara de alegría cuando una flecha de otro impactaba en mitad de los ojos de una criatura abominable.

A los tres, a Juan, Angela y a mí, se nos dio bastante bien el recorrido. Nos íbamos rotando tirando de uno en uno y metiéndonos en el ambiente, roléandolo un poco. Juan tuvo un estreno espectacular con sus flechas de madera en un campo completamente nuevo para él, confirmando que tiene talento natural y un equipo perfecto para seguir depurando la técnica.


Juan en un momento del recorrido, antes de meter dos flechazos a un zombi

Angela volvía tras casi un mes a tirar con sus flechas de referencia (en Inglaterra fue con las de madera y hacía una semana con unas de carbono prestadas por olvido mío) pero tras el calentamiento empezó a acostumbrar a su cerebro de nuevo.


Angela momentos antes de protagonizar el tiro de la jornada, aquí se la ve relajada, no sospechaba nada

Por mi parte me encontré bastante cómodo desde el comienzo aunque no alcancé el punto máximo de concentración hasta la mitad o así, cuando pensé "un momento, puedes hacerlo bastante mejor..." y empecé a colocar las flechas casi donde quería a placer.


Esta flecha acabó en el mismísimo corazón (el 11) de una cabra que se sospechaba era una encarnación del demonio

Todos pudimos disfrutar de tiros fantásticos. Recuerdo uno de Juan a uno de los primeros zombis de la zona del cementario en donde metió una flecha en cada ojo, simplemente espectacular, una agrupación con "bonus" estético. Por mi parte dudo entre dos flechas perfectas ante un espectro que sobresalía de un lado de un árbol (con el peligro de fallar y romper la flecha) que acabaron en la boca o tres flechas perfectas en tres manos que sobresalían del suelo.


Uno de mis mejores tiros

Pero es igual lo que Juan o yo consiguiéramos con tiros más o menos complicados, fue Angela la que se llevó la ovación unánime cuando se enfrentó a una diana muy especial. Subida a una roca debía disparar su flecha hacía una diana completamente tapada por una enorme roca más lejos y hacia abajo. Cuando digo completamente tapada me refiero a que solo sobresalían tres dedos de la cabeza del zombi. La frente y su cabello enmarañado. El cartel decía "dispara en cuanto asome la cabeza" así que parecía una diana-reto muy especial. A la dificultad de dar a una franja tan pequeña (5 cm de alto por 15 cm de ancho) a una distancia de unos 12 metros se sumaba el hecho de que si la flecha se iba mínimamente por abajo, podía romperse sin dificultad impactando directamente en el peñasco.

Empezó Juan y sus dos flechas se fueron por arriba (un palmo y medio palmo respectivamente). En mi caso conseguí reducir un poco el margen de error pero igualmente las flechas se clavaron metros detrás de la diana. Se irguió entonces Angela en la roca, colocó su primera flecha, tensó, ancló... soltó y la flecha se fue un centímetro por encima de la diana -"¡Uy!"- gritamos todos. Cogió su segunda flecha, respiró profundamente, miró muy concentrada la estrechísima franja que ella (siendo la de menor altura de los tres) acertaba a distinguir, tensó el arco, ancló... aguardó, noté cómo movía imperceptiblemente el arco un poco más abajo, un poco más abajo... y pensé "va a dar a la roca, va a dar a la roca", ..un poco más abajo..., se detuvo dos segundos, soltó y la flecha atravesó la frente del zombi tras peinar con las plumas la propia roca que lo protegía. Imaginaos el grito que soltamos Juan y yo, fue sencillamente espectacular.


Vista de la flecha de Angela desde detrás, un tiro que no permitía ningún error

Cuando estábamos aún celebrando la proeza de Angela y Juan y yo relativizando nuestros sendos "ceros", llegó la siguiente patrulla y antes de tirar uno de ellos dijo "esa diana está mal, yo era el encargado de colocarla y alguien la ha debido de bajar, esperad que la ponga bien". Nos quedamos boquiabiertos mientras manipulaba la diana y la elevaba hasta que se podía ver no solo la cabeza sino parte del cuello y los hombros de la diana. La tentación de volver a tirar la diana era enorme, claro, pero decidimos rápidamente darla por correcta y seguir, el sentimiento más importante era el de un tiro de película y con ése nos fuimos a la siguiente diana tan contentos.


Una bonita panorámica de la entrada al cementario plagado de zombis

A pesar de éste y otros tiros, Angela me comentó más tarde que no se había sentido muy cómoda. No había tirado bien y lo sabía. Sus sueltas eran limpias pero eran de la variante que ella llama "corta" en donde la mano termina justo tras la mandíbula en lugar de recorrer la distancia hasta el hombro. A pesar de todo, quedó cuarta en una categoría muy numerosa. Independientemente de rankings, la lectura positiva es que si en un día en donde no se encuentra cómoda ni "en el recorrido" su técnica le permite mantener una buena calidad de los tiros, está claro que la base sobre la que se asienta es muy robusta.


La patrulla que iba por delante de nosotros

Yo creo que al final tiramos cuarenta flechas ante un conjunto muy variado de dianas. La dificultad estribaba, no tanto en sortear ramas a mitad de vuelo o tener que arrodillarse sino en que las dianas estaban parcialmente tapadas por zonas problemáticas (rocas, árboles o lápidas) y en el que las zonas de máxima puntuación (las cabezas) suponían el mayor riesgo (la flecha podía irse completamente y anotar un cero).

La gente de Bastión de Alanos había hecho un trabajo fenomenal montando todo el atrezzo y convirtiendo el campo que muchos ya conocemos en un entorno muy diferente, era como si lo viéramos por primera vez porque no teníamos ninguna referencia válida. Lo único que resultaba raro era el fantástico día que hacía. Yo creo que si hubiera estado algo nublado o con alguna brisa fresca de vez en cuando habría quedado ya perfecto.


Un momento de descanso en el recorrido. Estábamos acabando con toda la infección.

Cuando terminamos, fuimos hasta el punto de encuentro con el merendero en donde la barbacoa trabajaba a toda pastilla a base de panceta, chistorra, morcilla, lomo o pollo. Nos encontramos ahí con nuestros buenos amigos de Arcochinillo (ahora Arqueros de Gaia) que habían acudido a la convocatoria pero se habían metido en el recorrido antes de llegar nosotros. Si a eso le sumamos la compañía de Félix y Marisol tuvimos una de las mejores mesas (y sobremesas) del día. Juan ya nos había dicho adiós (tenía un cumpleaños) así que el resto del día lo disfrutamos ya solamente Angela y yo.

Al parecer, un chaval jovencito del club quería vender su arco. Sabíamos quién era y qué arco era porque había estado tirando en la patrulla inmediatamente anterior a nosotros. Se trataba de un Bodnik Slick Stick de 25# a 28", es decir, exactamente el mismo arco que el de Angela. Cuando confirmé que no se trataba de un pronto del niño y que contaba con la autorización de sus padres le hice una oferta. Al cabo de un rato me confirmó que su madre (por teléfono, asidua del club) le había autorizado la operación y cerramos el trato en presencia de Jacobo Arroyo, de Bastión de Alanos, para que no quedara ninguna duda de que todo el mundo entendía y aceptaba el trato. ¿Por qué comprar un arco exactamente igual que el de Angela? Muy fácil, los que seguís este blog estáis al tanto de que solemos viajar bastante y nos gusta llevarnos nuestros arcos con el consiguiente miedo de que les pase algo cuando los inspeccionan en los aeropuertos. Dejando este arco en Londres, Angela puede venir a tirar a Reino Unido (lo más habitual) conmigo sin tener que volar con el arco. Era una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Al cabo de un rato vimos al mismo chaval muy feliz con su nuevo arco, uno de estilo coreano que estaba a la venta en el puesto de Old Mountain. ¡Todos contentos, pues!

Antes de contar lo que sucedió tras la comida y que será siempre un bonito recuerdo, podéis ver este corto vídeo de 40 segundos con algunos tiros y un poco de ambiente festivo.

*En el vídeo se puede ver cómo Angela, algo cansada y con una de sus últimas flechas realiza la suelta corta, lo cual no evita que le meta el flechazo en toda la cara a la mujer zombi*

¿Qué nos tenía preparado Bastión de Alanos para después de comer? Una iniciativa muy interesante que ya habían anunciado en las redes sociales. Se trataba del euro solidario. Los arqueros participantes donan 2€ a una causa solidaria (en este caso era el Banco de Alimentos de Mercadona) y tienen tres intentos para impactar con una flecha a una moneda de un euro a un mínimo de 5 metros (podéis ver un vídeo de ejemplo aquí) que creo que Bastión de Alanos colocó a 6 ó 7 metros. La clave no era solo dar sino separar ambas partes de la moneda, probando así el impacto perfecto. Dado que podía suceder que el impacto fuera perfecto y el euro se mantuviera de una pieza, Bastión de Alanos relajó la norma del "despiece" y admitió que daría por ganador o ganadora también al que dejara una marca clara de punta de flecha en la zona centrar de la moneda.

Yo no tenía claro si participar tirando más allá de dar los dos euros porque con un longbow y flechas de madera y viendo que habían colocado el euro sobre una estaca de plástico a unos seis o siete metros y con el sol de frente, era más probable que la flecha se perdiera o se rompiera contra alguna piedra que otra cosa pero al final me animé, volví a ponerme el guante, me ajusté la aljaba con mis flechas y descolgué el arco del soporte de madera.

Empezó Miki, de Arqueros de Gaia, las dos primeras flechas pasaron muy muy cerca y la tercera tocó claramente la moneda pero de costado, derribándola y desviando la flecha pero no consiguiendo el objetivo ni de muesca ni de separación. Creo que fui el siguiente o algo así. Me coloqué, me fijé en la moneda (un puntito brillante encima de la estaca) y dejé que mi intuición de guiara. Cuando estaba anclando guiñé ligeramente el ojo izquierdo en parte para evitar deslumbrarme con el sol y en parte para asegurar que solo el ojo dominante llevaba la voz cantante. Solté y la flecha se estrelló contra la parte superior de la estaca, a escasos 3cm de la moneda. La estaca cayó inmediatamente, la moneda saltó y la flecha medio rebotó hacia adelante. Había sido un tiro limpio y preciso y me había quedado a punto de dar a la moneda. De pronto, me pareció que aquello era posible, que podía dar a la moneda. Esperé a Haritz colocara todo en su sitio de nuevo (y se veía la marca del impacto de la primera flecha) y volví a repetir la misma operación. Hice todo igual con la única diferencia de fijarme aún más en el puntito brillante que era la moneda. Aguardé dos segundos, solté y la flecha impactó de lleno ¿pero a qué? Todo ocurrió muy rápido, la flecha había desaparecido y la moneda también mientras la estaca seguía en su sitio. Lo primero que pensé fue que la flecha habría dado en la base de la moneda y que está habría saltado por los aires pero que seguiría entera. Varios se pusieron a buscar la moneda hasta que alguien sugirió buscar la flecha en lugar de la moneda porque, argumentaba, la flecha había dado en la moneda claramente. Yo estaba tocando con los dedos mi tercera flecha en el carcaj para volver a intentarlo cuando oí unos gritos de sorpresa de alguien que había encontrado la flecha y la moneda. Efectivamente, la flecha había impactado de forma tan perfecta el centro de la moneda que había separado el núcleo y el anillo se había quedado atrapado en la flecha por las plumas, continuando juntas todo el camino hasta que la flecha se clavó en el suelo mucho metros más lejos.


Foto desde el euro. Haritz hizo esta foto con gran intuición :)


Aquí el antes y el después. A la izquierda la flecha ya ha salido y probablemente ha impactado, se puede ver la estaca negra entre las rocas más adelante. A la derecha, con la flecha recién devuelta y la prueba irrefutable de mi hazaña.

Mi alegría solo rivalizaba con mi estupor. No podía creer que hubiera podido hacerlo. Todo el mundo empezó a felicitarme efusivamente y creo que eso fue lo que hizo que empezara a asumir que sí había sucedido. Tomé un momento para pensar que no podía haber salido mejor. La primera flecha tan cercana probaba que no había sido un golpe de suerte y lo había conseguido con un longbow de 35 libras y flechas de madera. Cuando unos niños más tarde me pidieron ver el anillo de la moneda y me preguntaron si tiraba con poleas me aseguré de reivindicar orgulloso que no, y que no era necesario, con un longbow y flechas de madera se podía hacer también.


Foto del anillo del euro ya en casa

Volví todo contento con el anillo del euro a ver a Angela, que seguía de sobremesa, para anunciar que volveríamos con una hermosa paletilla a casa ese día. Naturalmente, la gente siguió tirando en el euro solidario todavía un buen rato más y al parecer una segunda persona lo había conseguido también en su segunda flecha pero la moneda no aparecía así que supongo que fue por veredicto popular de los allí testigos. Bastión de Alanos, que creo que no esperaba que nadie lo lograra ni siquiera una vez, le prometió otro premio a través de un vale.

Independientemente de que fuera uno de los tiros que más he disfrutado nunca, creo que iniciativas solidarias como ésta unidas a un reto arquero divertido no deberían faltar en tiradas sociales o incluso oficiales. Son fáciles de preparar, la gente se anime enseguida y el resultado es muy positivo. Sé que Bastión de Alanos planea repetir este tipo de iniciativas a partir de ahora y es una fantástica noticia, confío en que otros clubes lleven a cabo propuestas similares.

En general el resto de la tarde transcurrió en forma de larga sobremesa. La temperatura fue bajando poco a poco, al igual que la luz, y eran casi las siete cuando Haritz y Jacobo empezaron a pastorearnos hasta cerca de la zona de podios. Las dos categorías eran instintivo (donde juntaban arco recurvo y longbow) y compuesto. En la fusión de instintivo se hace complicado que los longbows podamos arañar podio a los recurvos y así sucedió en vista de los nombres de anunciaron, todos magníficos arqueros de recurvo, Rafa Bózquez, Rafa González-Ripoll y el fuera de serie Antonio Merino. Creo que de la familia longbow, Félix, quinto, había obtenido la mejor puntuación seguido de mí.
En femenino, Natalia se llevó la enésima victoria, seguida de una Sonsoles que no cabía en sí de alegría y de una muy feliz Mioara que no sé si lo acababa de creer.


Foto cortesía de Bastión de Alanos

La pena fue que a esa hora algunos de los mejores clasificados, tanto en niños como adultos, se había tenido que marchar, y el reconocimiento en el podio fue solo a medias. Eso no impidió que Haritz y hasta un espontáneo Dimas rellenaran todos los huecos con bastante gracia.

Cuando casi daban las ocho metimos todo el equipo en el coche, paletilla incluida, tras despedirnos de todos los que pudimos en Bastión de Alanos. Jacobo mencionó de pasada que quizá la tirada de Halloween diera paso el año que viene a una Medieval porque sospechaba que podía llegar a más gente. ¿No podrían ser las dos? jajajajaja. A las medievales Angela y yo tratamos de ir pero hay oferta para todos, sin embargo, buenas de Halloween me da que la cosa está más justita pero decidan lo que decidan en Bastión estará bien. También nos pre-apuntamos a una tirada indoor 3D con artilugios de Arqueros de Gaia en Segovia para febrero así que estaremos atentos, será la primera tirada de la temporada 2017 :)

Muchísimas gracias de parte de Juan, Angela y yo mismo a Bastión de Alanos, a todos los montaron esta tirada fabulosa y a todos los que participamos, mereció la pena esperar UN AÑO para volver a meternos en la piel de un caza-zombies y encima en esta ocasión nos llevamos un arco para Angela y una paletilla para buenas cenas de bocadillo.