I Tirada de otoño de Ithilien en el campo de Arqueros del Alto Tajo
Se da la circunstancia de que tanto Tere como Juanjo, miembros de Ithilien, tienen una parcela en el término municipal de Trillo y es habitual que los fines de semana se acerquen a su club de referencia, Arqueros del Alto Tajo, también en Trillo, para practicar la modalidad 3D, que es la que más les gusta.
Llevábamos ya unos meses tratando de encontrar un fin de semana en el que pudiéramos acompañarlos unos cuantos de Ithilien para disfrutar una de nuestras tiradas informales y finalmente pudo ser el pasado sábado del 21 de octubre.
Asistimos a la convocatoria de la I Tirada de otoño (un otoño que está siendo casi veraniego) Angela, Alex, Ana, Luiyo y yo además de los organizadores Tere y Juanjo. Nos encontramos todos el sábado a las 11 en la entrada del campo con muchas ganas de disfrutar todo un día de flechas en uno de los campos más completos que yo he conocido (véase la reseña que escribí hace meses).
Se sumaba a las ganas de sumergirnos en el abrupto y variado recorrido la sospecha de que las lluvias de los días anteriores habrían dejado el terreno en perfectas condiciones de humedad y firmeza. Estaba claro al salir de los coches y saludarnos esa mañana que nada iba a estropear un día de flechas y amigos en un paraje privilegiado.
Comenzamos calentando un poco en las dianas destinadas para ello. Se trata de un conjunto dispar de dianas (animales, parapetos, etc) colocadas en un terreno muy llano y a distancias de 5 en 5 metros. Lo mejor de esta zona es claramente un terraplén muy hacia atrás que "frena" las muchas flechas que se esquivan el objetivo haciendo muy fácil recuperarlas sin perder mucho tiempo.
Angela en un tiro muy picado
En esta ocasión Angela volvía, tras casi dos meses tirando con su prehistórico Mollegabet, a tirar con su querido Slick Stick. Lo hizo como medida de precaución ya que estaba avisada de la particular naturaleza "rompe-flechas" de este campo, en donde el suelo está bien surtido de rocas y piedras que amenzan constantemente con su presencia. Las flechas de madera que encargó a Carol las dejó en casa a buen recaudo y rescató sus Penthalon Slim de Bearpaw. Por mi parte, fui con mi arco vikingo para seguir interiorizando la técnica y las sensaciones con el arco con el que me gustaría participar en el I Open de la Comunidad de Madrid que organizará el club CAMS dentro del circuito IFAA. Dado que el club Arqueros del Alto Tajo es un club claramente pro-IFAA, el recorrido fijo de 14 dianas que tienen está dispuesto de forma que simule las distancias de una ronda estándar o animal, distancias que se emplearán en el mencionado Open.
Tere con su pequeño arco Taiga
Tere, que lleva un tiempo practicando el tiro con arco a caballo, trajó su arco Taiga, de apenas 48" de largo. Juanjo vino con uno de los arcos para empezar más comunes, el Optimo, mientras Ana sacaba a lucir su Silvretta, Álex su Brown Bear y Luiyo su Falco Spirit. Teníamos por tanto a cinco recurvos, un longbow y un histórico listos para sacarle el máximo partido a las 14 propuestas del recorrido fijo.
Sorteamos la composición en dos patrullas de tres y cuatro integrantes y repartimos las tablillas de puntuación diseñadas para la ocasión. El plan era relativamente sencillo. Primero haríamos una vez el recorrido, cada cual tirando dos flechas desde las piquetas que más le llamaran la atención, anotando la puntuación y de forma excepcional una marca en la casilla del "árbol" si la mayoría de la patrulla consideraba que el tiro había destacado claramente merced a cualquier criterio técnico, estético o emocional. Tras esta primera vuelta, iríamos todos a disfrutar una gran paella encargada para nosotros en un restaurante del centro de Trllo, al lado del río Tajo. Tras la sobremesa y los cafés volveríamos para una segunda vuelta, sorteando de nuevo la composición de las dos patrullas y reflejando en la tablilla las puntuaciones de nuevo. Una vez resuelto el simbólico podio y la entrega de premios cogeríamos los coches y nos iríamos a la parcela de Tere y Juanjo para cenar carne a la barbacoa (de gas), tomar algunas cervezas, pasar las horas echando unos "vicios lúdicos" y, si las nubes lo permitían, contemplar un cielo estrellado. Un plan de sábado que si relatado suena bien, imaginad el protagonizarlo.
La primera vuelta Angela y yo compartimos patrulla con Juanjo (Tere iba en la otra patrulla para asegurar que en ningún momento podía haber confusión en el trazado de seguridad) mientras que Angela hizo de conejillo de indias para confirmar que el trabajo de mantenimiento de las cintas y las señalizaciones que habían hecho Tere y Juanjo unos días atrás pasaba con nota la prueba del "foráneo".
Rápidamente comprobamos que el terreno estaba inmejorable para la práctica del tiro con arco. La tierra, de alto contenido en arcillas, estaba húmeda y compacta, sin apenas riesgo de deslizamiento (con el calzado adecuado, lógicamente). Este campo de tiro es generoso en quejigos y encinas y arbustos variados así como peñas y salientes o pequeños desniveles que obligan de vez en cuando a dar pequeños saltos para salvarlos. No es raro caminar a veces con cierta inclinación lateral cuando queremos rodear una pequeña loma y la visibilidad queda en todo momento muy reducida a los siguientes veinte o treinta metros ya que las ramas y recodos impiden que la vista llegue mucho más lejos con facilidad. Esto no impide que si uno alza la vista pueda disfrutar de la extensión del término municipal de Trillo, el propio pueblo y alrededores. Todo ello permite que uno pueda elegir en cada momento si aislarse y esconderse en el terreno que pisa o si abre su campo de visión y accede a las colinas de alrededor.
Tere y Ana han acabado con el búho
En una patrulla de tres o cuatro, como éramos, la percepción de "gentío" es mínima y una vez que avanzamos tres o cuatro dianas, dejamos de ver y oír a nuestros amigos de la segunda patrulla.
El recorrido en sí fue una delicia, con tiros muy complicados en su mayor parte. Las distancias IFAA en este diseño de 14 propuestas estaban prácticamente pegadas al límite superior. Los animales estaban en general muy bien cuidados (Tere y Juanjo ya nos habían dicho que apenas coinciden con nadie más cuando van a tirar) y el aprovechamiento del terreno es total. En cierta medida, este recorrido fijo se parece mucho a la mitad del recorrido que disfruté en la tirada de la liga IFAA centro. Seguramente lo diseñaron para esa tirada y lo dejaron para el fijo. Me parece todo un acierto porque son 14 dianas muy completas y representativas de lo que es IFAA y por qué a muchos nos tiene tan enganchados.
Juanjo tiró muy bien, manteniendo una técnica muy controlada y trabajando los aspectos que hacía un par de semanas habíamos analizado juntos. Por un lado, una peligrosa inclinación de su arco hacia a la izquierda que hacía que sus flechas se fueran generalmente a la izquierda de su objetivo y, por otra, una apertura no del todo consistente, algo que independientemente del problema que supone para la técnica, castiga de forma más severa los tiros más largos.
Aquí arrodillado frente a un jabalí
Por mi parte no me sentí cómodo con el arco. No conseguía tirar del todo a gusto y cometía errores de deriva, que con los arcos "modernos" que tengo, son cosa del pasado. Hacia la diana 11 de 14 me vino la inspiración y opté por agarrar el arco de una manera mucho más sencilla, sin apretarlo tanto entre mi mano de arco, relajándolo y manteniéndolo mucho más recto y los tiros empezaron a mejorar inmediatamente.
Una flecha en pleno vuelo
Angela no parecía sufrir en absoluto con la vuelta a su Slick Stick y el vuelo tan diferente de sus flechas de carbono y fue ejecutando su técnica sin inmutarse lo más mínimo. Las distancias sí suponían un reto y sus 25 libras sufrían con la primera piqueta amarilla así que en algunas dianas, junto con Juanjo, se acercaba para tener un tiro que pudiera abordar con algo más de garantías. Al fin y al cabo, no estaba en el mundial IFAA de Italia del verano pasado.
Fuimos sorteando conejos, jabalíes, osos, muflones, avutardas, búhos y cabras a buen ritmo, dejándonos tiempo para tirar de uno en uno mientras disfrutábamos de cada momento para evitar caer en la inercia de andar, tirar, puntuar, recoger, andar, tirar, puntuar, recoger... Todo lo contrario, cada flecha del grupo era importante y se respetaba el tempo del arquero o arquera de forma escrupulosa, sin ninguna prisa por resolver la propuesta e ir a por la siguiente. Cuando nos vimos de vuelta en la zona de descanso y merendero habían transcurrido casi dos horas. Aún estuvimos esperando más de media hora a que llegara la segunda patrulla, que tenía toda la pinta de que habían seguido un plan similar pero al ser cuatro el tiempo se había extendido en proporción.
Los integrantes de Ithilien ese día
Ya en ese primer corte del día se vio que en términos de puntuación Angela iba muy destacada, prácticamente inalcanzable. En disfrute, sin embargo, estábamos todos muy a la par, conocedores de la suerte que teníamos por el día tan agradable y el recorrido tan chulo. Aún quedaba la comida, un tiempo de relax y una segunda vuelta al recorrido así que nos montamos en los coches y bajamos al pueblo a aparcar y a competir ahora en número de "vuelcos" de la espectacular paella que nos tenían preparada en el restaurante.
El Cifuentes a su paso por Trillo
Como amenazaba lluvia pasajera nos metimos dentro a comer pero resultó ser una falsa alarma y cuando llegó la hora del café nos lo tomamos en la terraza. Podríamos habernos quedado horas de charleta y sobremesa pero teníamos una segunda vuelta que dar así que esiramos de nuevo las piernas dando una vuelta por el centro de Trillo, cruzando tanto el Tajo como el Cifuentes y comprobando que el pueblo es muy bonito, está muy bien cuidado y hay dinero gracias a la central nuclear. Después de esto nos metimos de nuevo en los coches y en cinco minutos estábamos de nuevo cruzando la verja del campo y montando los arcos.
Ya os digo que hacía un día precioso
Calentamos brevemente de nuevo en las dianas de entrenamiento y resorteamos las patrullas. En esta ocasión repetimos Angela y yo y nos unimos a Luiyo, mientras que Tere, Juanjo, Ana y Álex conformaban la otra patrulla.
Seguimos el mismo plan que la mañana solo que ahora la luz era más vespertina, dando otro colorido y otros reflejos al recorrido. Si la mañana
proporciona una luz con mayor energía y fuerza, la tarde cambia a un modo más relajante y pausado. Lo mejor es poder disfrutar el mismo recorrido mañana y tarde y apreciar las diferencias entre ambas.
En esta segunda vuelta estuvimos todos muy osados apurando en general las distancias y tratando de regalar a la patrulla tiros "épicos". Tuvimos nuestra buena ración de éstos pero también fallos inesperados y frustrantes.
Luiyo corrboró por enésima vez que su Falco Spirit y sus flechas Falco Premium son una sola cosa perfecta y que su función como arquero consiste en estar a la altura. Atrás quedó el reto de tirar de zurdo siendo diestro de mano. Poco a poco va traduciendo su mejora y consistencia en la técnica en mejores resultados. Donde se defendió sin muchos problemas fue en los tiros a media distancia y donde sufrió más fue en los que exigían un dominio de la parábola en tiros muy lejanos, algo para lo que solo se responde con mayor práctica.
Álex desde la marca de la propuesta en un Grupo I ¿por qué no?
Por mi parte, tuve una mejor segunda vuelta pero seguí "desajustado" con el arco. Su perfil tan fino hace que me sobre mano de arco por todos lados y sea muy fácil aplicar fuerza con los dedos o mover la palma de la mano. Además, es crítico que la flecha siempre quede pegada al arco antes de soltar y esto es difícil de conseguir si tenso o muevo la mano al abrir porque la flecha encuentra formas de deslizarse sobre los nudillos y alejarse del arco, lo que imposibilita un tiro correcto. Aún así, me fui con mejores sensaciones y algunos tiros realmente buenos que no fueron fruto de la casualidad y menos con ese arco tan crítico.
Aquí el preludio de un buen tiro
Angela se mantuvo en su línea, apenas bajando un poco su puntuación parcial. Si tenía una mala primera flecha, la segunda quedaba corregida a la perfección y si la primera entraba de lleno, la segunda la seguía sin dudar. Como siempre, era una delicia verla ejecutar cada tiro, siempre igual, siempre con su disección de la secuencia de pasos idéntica y un acabado siempre limpio, con suelta sin estridencias y una flecha que siempre vuela bien y si erra el objetivo es por altura.
Aquí el resultado de tres excelentes tiros
Igual que como sucediera por la mañana, la patrulla de tres llegó bastante antes que la de cuatro integrantes pero intuyendo la espera que se avecinaba, nos pusimos a practicar diferentes juegos en las dianas de calentamiento haciendo que se nos pasara volando la media hora entre el fin de una patrulla y la siguiente.
Y así, pasadas las seis y media, nos volvimos todos a juntar en la zona de descanso con la certeza de haber disfrutado una fantástica I Tirada de otoño de nuestro particular club de amigos que es Ithilien. Aún había tiempo para cantar las puntuaciones de los tres primeros clasificados. Tercera fue Ana (153 puntos, 4 árboles), segundo fue Luiyo (155 puntos, 2 árboles) y primera fue Angela (221 puntos, 2 árboles). Aprovechamos el podio de madera de Arqueros del Alto Tajo y Tere y Juanjo obsequiaron a los ganadores y al resto con unas botellas de cerveza artesanal con miel de la alcarria que al escribir estas líneas hace tiempo que fue degustada.
Luiyo, Angela y Ana con sus cervezas en el podio
Ya con el sol cayendo rápido en el horizonte nos pusimos en camino para llegar a la parcela de Tere y Juanjo en donde nos esperaba una tarde-noche de picoteo, barbacoa, cervezas, mojitos, caipiroskas, juegos de mesa y un precioso cielo estrellado. Por supuesto, el plan había sido desde el primer momento quedarnos a dormir en su casa y así lo hicimos cuando decidimos por unanimidad que el día había sido perfecto pero que era hora de ponerle fin.
Juanjo a tope con la barbacoa
Fue una jornada que tuvo todos los ingredientes que nos gustan en el tiro con arco y esperamos celebrar la II Tirada de Otoño el próximo año. Muchísimas gracias al "comité organizador" formado por Tere y Juanjo por invitarnos a su club, organizar todo el día y toda la noche y dejarnos un recuerdo fantástico que espero haber reflejado en parte con este relato. También gracias a Arqueros del Alto Tajo por permitirnos un acceso libre y privilegiado a su campo, que seguramente en dos o tres semanas estará precioso con el otoño finalmente haciéndose con el control de la flora.
Os dejo con un vídeo resumen de la jornada en donde acabamos con muchísimo material gráfico pero del que había que hacer una selección y criba o iba a acabar publicando una hora de metraje. Disculpad el "crujido" que a veces se oye en el vídeo, es un problema con mi móvil.