[Artículo invitado] La púnica foránea en la Liga Arqueros de Madrid 2017, 2ª tirada
De nuevo, no soy Pablo, sino Sonsoles C.Q., la pelirroja púnica del post sobre historia medieval y el carcaj tipo Mary Rose.
Hoy, domingo 21 de mayo, me he levantado con ánimos y buenas ganas para participar por primera vez en la II Tirada de la Liga Arqueros de Madrid 2017, gracias a los ánimos de Pablo. Nunca había asistido a una competición fuera de mi club, Arqueros de Ulises (Alcobendas), más allá de diversas medievales -como la de Ávila o Alcalá de Henares, en las que quedé segunda en categoría damas-, la pasada tirada especial de Halloween en Bastión de Alanos y el Campeonato Nacional de Sala en Ávila.
Al tener poca experiencia en competiciones foráneas, debido a que llevo solamente tirando un año y pocos meses. Pensaba que podría frustrarme conmigo misma y con los posibles nulos que hiciese.
Mi escepticismo perdió la partida y tengo que reconocer que estoy muy satisfecha ya que ha sido toda una grata experiencia, en un día que era perfecto para tirar, con una temperatura típica primaveral -entrando ya en verano-, en un ambiente distendido y muy divertido.
Sigo haciéndome con el arco Bearpaw Penthalon Navajo de 30 libras (pasar de 26 libras a 30 en dos meses parece sencillo, ¡pero la musculatura de la espalda a veces no aguanta largos entrenamientos!). Por esa misma razón, mis objetivos en el día de hoy eran humildes pero certeros:
El primero, intentar hacer los menos nulos posibles y a poder ser, ninguna bicicleta, a saber, tirar fuera de la diana/propuesta dos flechas seguidas.
El segundo era superar mi marca anterior en una tirada de bosque 3D. He asistido muy pocas veces al bosque (habrán sido en total 5 o 6 veces), pero me apasiona. Saca de mi la verdadera arquera que quiero ser, alguien que sin ayudas y sin ningún tipo de referencias pueda calcular mentalmente distancia, recorrido de la flecha, viento, [insértese aquí elementos varios molestos] y acertar. Quería encontrarme únicamente con mi mente, mi arco y llevar a la práctica el poco pero beneficioso saber arqueril que estoy adquiriendo. La última vez que había estado en bosque, hace un mes, había conseguido 231 puntos. Hoy era hora de retarme ante lo desconocido, y conseguir sacar lo mejor de mi misma.
Por último, y no más importante, aprender. Cada día me doy cuenta que el tiro con arco es un deporte que si tienes una ética deportiva sólida, empatía y entereza, todo arquero te da una lección de vida. Hasta de aquello que no debes hacer. Y siempre con una sonrisa, buen rollo e intentando ayudarte.
En mi caso, fue así durante toda la mañana. Me tocó la patrulla 5, con tres arqueras de Madrid que compartían mi modalidad (ARI), algunas promesas como el caso de Raquel y Hanna, que hacían poco que estaban tirando; y Antonia, una veterana muy amable, que incluso tirando con 25 libras y haciendo una parábola impresionante en muchos tiros, conocía sus limitaciones en el campo tanto que ha sido capaz de sacarnos muchos aplausos y felicitaciones por sus tiros.
Todas las propuestas me han parecido muy originales. Aquellas que parecían más asequibles, tenían su enjundia, ya que estaban más cerca de lo que pensábamos, o el atrezzo natural engañaba lo suficientemente a la vista para dudar de su distancia. Aún así, cada diana ha sido un reto muy satisfactorio, ya que al llegar a conseguir el famoso «Nivel 13», e incluso en propuestas arriesgadas como la denominada «oso amoroso enfadado por unos flechazos», he podido llegar a 19 puntos (11-8).
Acabé haciendo nulos. Sobre todo en la primera parte. Curiosamente me siento satisfecha con esos fallos garrafales. Normalmente los nulos, reflejos de los fallos de suelta, postura o agarre, los cometo a partir de la mitad y hacia el final del recorrido. Supongo que es el cansancio, pero en algún momento espero ser una arquera con tiros constantes. Sean buenos o regulares, pero sin altibajos y agrupando.
Como dato curioso, adoro a los lobos y a los zorros. Soy activista con respecto a la matanza del lobo y especies protegidas, y siempre he sostenido un equilibrio entre el ser humano y el resto de especies animales. Pues bien, cada vez que me ponen a un lobo y/o a un zorro como propuesta, lo mato y lo remato. Me entra la risa al ver mis flechas naranjas y blancas, clavadas en donde supuestamente estaría el corazón -por los pelos- y otra en el pulmón. Muchos animales los fallo. Aquellos que amo, les doy de lleno. A veces me gustaría que los foam fuesen Pokemon(s), para que pudiese «hacerme con todos».
Con respecto a los objetivos a cumplir, estoy bastante contenta. He hecho nulos, y una bicicleta (no he logrado el objetivo), pero el resultado es espectacular. 257 puntos para 24 propuestas. He estado tan atenta y concentrada en todo momento para realizar tiros eficaces que muchas veces no he disfrutado ni del ambiente ni el entorno. Me percaté de la atadura del oso en la imagen a continuación buscando flechas perdidas. Ni siquiera las vi mientras tiraba. Creo que, como estoy acostumbrada a visualizar las propuestas con prismáticos, y en esta ocasión no los llevaba, no relajé la mente lo suficiente para visualizar el entorno. Me quedó con la miel en los labios de un segundo recorrido, o volver a esta liga cuando no coincida con la liga interna de mi club.
Aún así, para ser la primera vez, salgo encantada. Lo haré mejor la próxima vez, seguro. Siempre hay que intentar superarse. Quizás en un futuro me replantee superar los 300 puntos. ¿Seré capaz de lograrlo? Se agradecen comentarios en este post de cómo ayudar a un arquero a llegar a esos 300 puntos: la franja espartana.
Por otro lado, añadir que la patrulla ha sido un acierto, un apoyo y he aprendido muchísimo (ding dong, tercer objetivo superado). Me han enseñado las reglas en el campo de tiro y han sido pacientes porque me pienso mucho el tiro -sufro de análisis parálisis en las competiciones, como buena jugona de juegos de mesa-. He estado con personas ya iniciadas o en proceso de iniciación, y al ser mi primera vez tirando en esta liga, es lógico que compartiera flechas con ellas. Tampoco tengo ninguna referencia, más allá que la mía propia, de conocer si mi puntuación en el día de hoy es «la media» o es «bueno para bosque 3D» o «una basurilla». Yo estoy contenta con el resultado.
Al acabar, un tentempié junto con mi charla favorita: arcos. El momento álgido del día fue tirar un par de flechas con el que será mi futuro arco, un Blacktail Bow Elite VL Series. Siempre Antonio Merino, gran arquero, entrenador, consejero, y artesano en el arte del cuero, accede amablemente a quitarme el mono que tengo al esperar la llegaba de mi futuro arco, el cual que parece más un embarazo que un recurvo, puesto que la lista de espera se sitúa en torno a los 9 meses.
Recomiendo encarecidamente a noveles en el mundo del tiro con arco, pedir y probar arcos nuevos -siempre con el respeto y teniendo en cuenta una posible negativa, que por otro lado es totalmente compresible-. Nunca puedes saber si en realidad tu corazón pertenece a un longbow, a un recurvo desnudo o a un arco prehistórico (por ejemplo). Puede que en realidad te des cuentas que las poleas son los tuyo. Sólo tú y las sensaciones que te transmita el tiro puedes descubrirlo.
Adjunto el video con música épica de Pablo, en el que aparezco con la camiseta roja de mi club, hablando con Patricia -la arquera crack- y haciendo un súper 11 al final del recorrido de hoy.
Buenas flechas arquer@s.