Cuando Arqueros de Madrid se compromete con una tirada especial, sabes que vas a disfrutar seguro. Te puede ir mejor o peor el día pero vas a tirar muchas flechas y vas a estar bien entretenido toda la jornada.
Incluso con la COVID-19, se animaron a preparar un día casi idéntico a otros años con dos diferencias fundamentales: medidas de protección en todo momento y ausencia de la tirada de la tirolina (para evitar mucha aglomeración en la recogida de flechas, entiendo).
Angela y yo llegamos pasadas las nueve y media y nos encontramos con Fer y María, quienes irían en nuestra patrulla del recorrido 3D dispuesto en línea por comodidad organizativa. Aprovechamos para saludar e interesarnos por otras muchas personas pero evitamos en lo posible colocarnos en medio del gentío. El éxito de la convocatoria era obvio, como también lo eran las ganas de sacudirse el hartazgo por no tirar en buena compañía.
Angela llevó su Custom Slick Stick (ella lo bautizó con el nombre de "Golden Halla"), un longbow de 59" de unas 28 libras pero muy rápido. Sus flechas de Falco, negras con plumas rojas veteadas de negro, contrastaban con el abedul blanco rizado de las palas de uno de sus arcos más queridos.
Por mi parte, yo acudí con el Falco Saga, seguramente uno de los primeros en verse por España y del que hablé hace exactamente dos años. Sigue impresionándome su estabilidad, velocidad y estética. No en vano se ve cada vez más en los campos 3D. El domingo, sin ir más lejos, conté hasta cuatro y los que me vinieron a comentar sus impresiones del arco reconocieron estar encantados. Intuyo que la mayoría están saliendo de Born4Bow en Alcorcón, que es quien está apostando fuerte por Falco en mi entorno conocido.
María vino con su arco histórico precioso, que ya hemos visto en el pasado, un longbow con muchísima personalidad. Fer finalmente optó por un moderno recurvo takedown aunque por el tiempo que nos hizo podría haberse arriesgado con su histórico nómada.
La organización había dispuesto 27 propuestas de tiro con dos disposiciones tipo. Una, animal fantasioso al que tirar dos flechas. Otra, set de animales a los que tirar una flecha a cada uno. A veces eran dos bicharracos enormes y otras veces 4 pequeños (como las odiosas arañitas). Los adultos tiraban todos desde la misma piqueta sin importar arco y los menores de 14 desde una más adelantada.
El máximo de adultos por patrulla era de 4 y tirábamos por parejas rotantes. Aunque al principio los silbatos troceaban los turnos de tiro por parejas y luego los niños, al poco rato simplificaron con una señal sonora para adultos y otra para niños.
Es cierto que no siendo un recorrido 3D al uso perdía algo de gracia el no estar pateando la finca pero, a cambio, estaba todo muy controlado, sincronizado y nos veíamos todos añadiendo un poco de salsa al encuentro navideño.
La disposición de las dianas estaba muy trabajada, sacando el máximo partido a una aparante ladera de una vaguada. Las "creaciones" de Arqueros de Madrid con algunas dianas eran muy divertidas. Nuestros dos favoritos fueron el caragallo, mezcla de caracol y urogallo, y un engendro mitad dragón, gato y ciervo. Lo de los colores chillones fue todo un acierto. En total tiramos 65 flechas comparadas con las "reglamentarias 48" de un recorrido normal de bosque, no está mal.
Yo empecé muy bien pero en la diana 7 metí un doble cero y en la 8 un 5-0-0 (eran tres dianas) y me vino una pájara mental. Gracias a los vídeos de Fer pude ver por la noche que sistemáticamente no abría de espalda y la suelta era muy problemática. Esos vídeos me vinieron genial ¡gracias Fer! porque rara vez me graban (suelo ser yo el "cámara") y fue en plan "aaaaah... era eso...". En el tiro con arco, identificar con fiabilidad un error te puede alegrar el día.
Angela, al contrario, empezó más modesta y luego ya no hubo quien la tosiera. Sobran dedos de las dos manos para contabilizar las veces que ha tirado este año y para ella es como si no pasara el tiempo parada. Yo pensaba "bueno, le fallará la altura, lógico". Pero no. Y además es que ese arco con esas flechas resultan con ella en una combinación perfecta. Vuelan tan bien sus flechas que si preguntaras a alguien diría que es un arco de 35#@28" en lugar de 28#@28".
María se conjuró para sacar el máximo partido de su arco y la verdad es que daba gusto ver sus flechas y sus parábolas, mucho más acusadas, llegar a impactar en pulmones o corazones. Su reto era la altura, los errores de lateralidad estaban casi totalmente ausentes.
Fer se puso a experimentar con su técnica para ver si le funcionaba mejor un "truco" u "otro" en el sentido de que él concibe dos modos de tiro (en términos generales). El "bueno" y correcto en técnica y el "práctico" y no tan correcto en técnica pero que resuelve mejor una propuesta en cuanto a puntuación. Le fue bastante bien pero, claro, en su clase de arco hay unos máquinas que están a un nivel inalcanzable.
En todo caso, estuvimos en el recorrido 4h pero ni tan mal. Parecen muchas horas pero si estás a gusto, sale el sol y hay ambientillo, el caso es que te da igual estar 2h o 4h. Es decir, tú estás pasando el rato con tu arco, charlando, comentando, buscando alguna que otra flecha, siguiendo las instrucciones de la organización y a cada rato, tiras dos flechas, tres, cuatro, depende de la propuesta concreta. Lo único que hay que controlar es la sed y al hambre, claro, pero íbamos preparados.
Con buen tino, la organización nos dio de comer en ese momento, una deliciosa y calentita caldereta con costillas y chorizo. Sentados en una mesita en la zona común, a tiro del sol, nos sentó de maravilla con ese leve cansacio que llevábamos pero que no te deja mal cuerpo. Estás en la silla, recostado cómodamente, con tu cuchara yendo y viniendo a por el caldo caliente, un ojo levemente guiñado por la luz clara y de charleta.
Tampoco podíamos quedarnos ahí atontados, quedaban los juegos de tiro a distancia y tiro al mono-chapa "el destructor de flechas".
Los dos me encantan, no sabría por cuál decidirme. Uno consiste en disponernos en una línea de tiro ante una diana bien grande (un oso de pie o un bisonte) y ver quién se queda a menos distancia del 11 con tres intentos. Eso sí, se llama tiro a distancia porque tiras desde bien lejos. No lo he medido pero creo que hablamos de unos 90 o 100 metros. Si nos pusiéramos exquisitos haríamos más de dos grupos, poleas y el resto, porque los longbows y los desnudos juntos se ve raro, pero creo que aquí es más la oportunidad de poder tirar 3 flechas "mú lejos" y ver tus flechas tardar en llegar y (normalmente) fallar.
Antonio Cámara se llevó en un desempate el premio de esta prueba.
El tiro al mono-chapa tiene mucho morbo. La gente que se lo sabe se reserva una flecha ya para el arrastre ¿por qué? Porque la diana es de metal salvo el corazón. Cuando una flecha estalla pasan dos cosas. Quedan eliminado de la siguiente ronda (a más distancia) y la gente grita con júbilo al ver una flecha saltar en varios pedazos con un buen ¡BANG! Aquí ganó Jesús Villagrán, un campeón del longbow nada menos, con Felipe Sánchez de meritorio finalista y su obligado ¡BANG! Yo tuve suerte. Metí una flecha perfecta en la primera ronda y la segunda fallé por completo y pude recuperar la flecha para otro mono-chapa el año que viene.
Terminado este juego (todos los juegos tienen poleas, resto y chavalada) nos reunieron en el punto de encuentro para los podios, los premios de las dos tiradas de la tarde y la super rifa.
Yo intuía que Angela estaría en el podio de longbow femenino, algo que a ella le da poca importancia (sí se lo da a tirar bien, eso sí). Pues resultó que con sus 416 puntos fue la clara ganadora del recorrido 3D. Equivalen a 307 puntos en un recorrido normal 3D, con la diferencia de que eran 65 flechas y no 48 y que muchas dianas solo admitían una flecha, no había opción a rectificar. Como minirecompensa al "madrugón" no estuvo mal.
Su sucedieron los podios y los premios en un muy buen ambiente. Además, la gente aguanta hasta el final porque la rifa de la tirada de Navidad de Arqueros de Madrid es muy potente, te pueden caer cosas muy serias. En nuestro caso, aguantamos todo el tiempo que pudimos pero peligraba un mini-reencuentro familiar tras 1 año sin vernos y al final tuvimos que despedirnos cuando eran pasadas las cuatro y media.
Por cierto, por fin pude darle a Rafa Díez uno de los artículos de la cesta ibérica por mi podio en la tirada de inauguración del recorrido de campo semanas antes, fue él quien me prestó una cuerda de repuesto cuando la mía se rompío a mitad de recorrido. Llevaba ese chorizo curándose extra en el maletero fresquito del coche demasiado tiempo y siempre que coincidíamos se iba antes de que le pudiera agradecer "en especie" su gesto tan generoso.
Arqueros de Madrid se ha portado en 2020. Han hecho todo lo que han podido por sobrellevar un año horripilante y mantenernos a las personas abonadas y a la gente cercana muy cuidadas y con excusas para acercarnos al campo por nuestra cuenta con medidas de prevención y algunas tiradas sociales muy bien organizadas. Muchas gracias otro año más, sois un ejemplo de esfuerzo y diría que hasta cabezonaría por hacer las cosas como creéis que hay que hacerlas.
Os dejo con un vídeo cortito y ameno de momentos de la jornada.
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