En primer lugar este artículo debería haber salido publicado hace un mes pero por circunstancias varias lo he tenido que ir posponiendo. Sin embargo, ésta es una de esas crónicas que no podrían faltar en Aljaba porque sirve a dos propósitos; describir una gran actividad de promoción y agradecer al club colaborador toda la ilusión y profesionalidad con la que la acompañaron.
Igual que hace dos años, la Sociedad Tolkien Española en su convención anual de 2021 quería celebrar un taller de iniciación al tiro con arco. Ya detallé cómo preparé la actividad y cómo se desarrolló con la inestimable cooperación de Arqueros de Sol XIV. En esta ocasión, esta convención anual se mudó a Orduña y pronto estuvimos en conversaciones con el club de Vitoria Arku Lagunak.
En este primer contacto, que incluyó en primer lugar a Carlos Quintana Maeso, Presidente del club, y más tarde a Iñigo C. Sánchez, Director Técnico del club, pudimos comprobar que lejos de interpretar esta iniciativa como un ejercicio de contorsionismo didáctico, lo veían como una oportunidad perfecta para introducir en la práctica de tiro con arco a un grupo claramente motivado por la estética de lo fantástico-medieval.
Tras intercambiar algunos parámetros de tamaño de grupo y duración, recibimos una propuesta muy detallada que incluía el objetivo de la actividad, su enfoque didáctico, las partes del curso, las personas participantes y su pedigrí, así como un presupuesto desglosando los diferentes costes de material, transporte y recursos. A pesar del sobrecoste para la gente que fuera inscribirse, la propuesta era irrechazable y se hizo pública en la web del evento para recibir las inscripciones. Intuyo que al adjuntar en la ficha de la actividad del congreso un breve extracto del proyecto presentado por Arku Lagunak el atractivo fue incluso mayor y se llenó el cupo de 20 plazas en apenas 4 días. Cuando la lista de espera rondaba las otras 20 personas, decidimos impedir nuevas inscripciones.
Pasó el tiempo y el congreso anual de la Sociedad Tolkien Española se acercaba así que el club Arku Lagunak envió una pequeña expedición a Orduña y al lugar del evento para identificar qué zonas serían apropiadas para desarrollar la primera parte teórica, la segunda parte de técnica de base y la última parte de pequeño torneo con pruebas "medievales".
LLegó el congreso, que se celebraba de viernes a martes y el sábado por la mañana apareció el equipo de Arku Lagunak con su furgoneta alquilada repleta de material arquero de primera categoría. Mientras ayudábamos a descargar todo el material para ubicarlo en las tres zonas acondicionadas pudimos comprobar cuán cierta era la afirmación del presidente del club de que estaban más que preparados para montar juegos de tiro con arco medievales. No en vano, celebran anualmente una tirada medieval en donde emplean todas sus ingeniosas dianas, creo que las mejores que he visto hasta la fecha de este tipo.
Aun con la ayuda de voluntarios de la organización del congreso que sudaban y bufaban cargando con parapetos y dianas, se tardó casi dos horas en dejarlo todo listo. Cuando dieron las 3 de la tarde, toda la gente inscrita aguardaba impaciente la luz verde para subir a una zona ajardinada donde comenzaría el taller y allí le esperaban los integrantes del club ataviados de guisa medieval en un gesto estético absolutamente perfecto para el evento en donde se desarrollaría la actividad.
Carlos Quintana dio la bienvenida a todo el mundo con las claves que regirían el taller, aprendizaje y disfrute, y dio paso a Íñigo C. Sánchez para la introducción teórica de la práctico del tiro con arco.
Sentados alrededor de una mesa bajo una pérgola fija y al aire libre se desarrolló la primera hora del taller. Íñigo desplegó todas las cualidades de un gran instructor, eligiendo bien los temas verdaderamente importantes, manteniendo la atención con chascarrillos y anécdotas y animando a la participación de los asistentes. Todas las personas inscritas tenían delante de sí una copia en papel de los apuntes para poder tomar notas y, sobre todo, repasar todo el contenido con calma en el futuro.
Íñigo se aseguró de cubrir aspectos de seguridad, legales, de material y sus partes y decisiones clave para no errar en la pareja arco-flecha por arquero. Llegó incluso a comentar aspectos sobre las distintas divisiones de arco, muy importante para que todo el mundo sepa que hay mucho más allá que el arco recurvo que se emplea en iniciación. También se detuvo en la aerodinámica de la flecha, la paradoja del arquero y errores comunes que desincentivan continuar aprendiendo (mala técnica que conduce a golpes o lesiones innecesarias). A instancia de un participante, con obvios problemas motores en sus brazos y manos, se aseguró de reforzar la idea de que el tiro con arco y su variante "adaptada" es uno de los deportes más inclusivos que existen. En fin, consiguió que esa primera hora transcurriera volando y todo el mundo comprendiera bien la dimensión de esta maravillosa disciplina.
La segunda parte se desarrolló aprovechando un espectacular frontón en donde se habían colocado cuatro enormes parapetos con igual número de instructores del club. Había arcos para todo el mundo, asignados en función de su complexión física y, en la mayoría de los casos, de su dominancia de ojo. Sobre este aspecto, por cierto, Íñigo tenía un enfoque crítico con la asunción generalizada que ante una dominancia cruzada ojo-mano, el ojo gane a la mano y no se trabaje en una educación del ojo no dominante. En diferentes filas, cada participante esperaba en su cola para tirar unas tres flechas llegado su turno, siempre ante la atenta mirada de un instructor que corregía postura y gesto técnico para conseguir un mínimo aceptable.
En esta segunda parte, que duró otra hora, ya se pudo apreciar quiénes estaban disfrutando de un acomodo muy rápido a la práctico del arco. Ya fuera por una mejor propiocepción, por la práctica de otra actividad compatible o simplemente por eso que a veces llamamos "ser nato en algo", hubo una serie de personas que en esas primeras flechas destacaron. Esto fue aprovechado por Arku Lagunak para tener una suerte de "cabezas de serie" que irían en equipos separados para tener patrullas equilibradas y resultar el torneo posterior más ecuánime.
Al tener todo el mundo su arco y disponer de 4 instructores y 4 parapetos además de otras personasde apoyo, el ritmo de tiro de flechas era alto y eso permitía corregir rápido y disfrutar más. Por las caras de los asistentes tras soltar sus flechas y sentir el impacto en el parapeto, amplificado por el eco del propio frontón, se deducía fácilmente que estaban pasándoselo realmente bien.
En cualquier caso, esta segunda fase tenía como objetivo preparar a la gente para el fabuloso recorrido medieval distribuido en una esplanada verde con árboles aledaña. Ahí, el club Arku Lagunak había preparado creo que unas seis propuestas de tiro. Tiro a la estaca, un Guillermo Tell, dianas 3D, diana oscilante, las almenas... Distribuyeron a los equipos de 4 integrantes en propuestas diferentes, indicaron las normas de seguridad para moverse en el recorrido y dio comienzo el divertidísimo torneo medieval por equipos.
Os podéis imaginar que si unís un espacio verde bonito, pruebas muy diferentes entre sí y una prueba por equipos el resultado no podrá ser otro que una retahíla de gritos de excitación por todo el campo, muchos chillidos de "¡uy!" y algunos de "¡síiiii!". Fue un final de taller perfecto, en movimiento, con retos cambiantes, cada patrulla siempre atendida por alguien en cada propuesta que indicaba el mecanismo de puntuación particular, incluyendo alguna opción de penalización muy divertida como en el caso de la calavera de la propuesta de Guillermo Tell.
Superadas las 3 horas de taller, el tiempo se nos echó encima ya que había que dejar margen para poder asistir a una actividad musical en donde se esperaba que las casi 200 personas asistentes al congreso y que hasta entonces habían estado repartidas en diferentes actividad confluyeran. Eso impidió que pudiéramos seguir con algunas ideas más que Arku Lagunak tenía planteadas como una diana móvil. Con el recuento de la puntuación se entregaron diplomas a los equipos más destacados entre aplausos y agradecimiento unánimes de todos los presentes y se dio por terminada la actividad de promoción.
Comenzó entonces la ardua tarea de devolver todo el material desplegado a la enorme furgoneta, claro, cuando todavía había cierta luz vespertina. Volví a aprovechar para agradecer a todos los integrantes del club Arku Lagunak un despliegue tan magnífico de didáctica, buen ambiente y logística. Sin duda, el club Arku Lagunak sabe lo que hace cuando prepara una actividad de promoción, y convirtieron este taller en una de las actividades destacadas de la convención. Ahora el problema será mantener este nivel en años futuros, ya que la convención cambia de localidad cada año.
Sirva esta crónica como justo recuerdo escrito y agradecimiento por mi parte a todo el club Arku Lagunak, al equipo que se desplazó para el taller y en particular a su presidente, Carlos y su Director técnico, Íñigo.
Os dejo con un breve vídeo resumen del taller.
Comentarios