Empecé tirando recurvo y flechas de carbono y al cabo de un año tuve un pequeño acercamiento a las flechas de madera que me dio cierta satisfacción inicial pero luego rápidamente me llevé un golpe de realidad al ver cómo, en los tiros largos o hacia arriba, se "caían" a escasos centímetros de la diana. Volví a las flechas de carbono que tenían una rasante menos traicionera en los metros finales de los tiros de 25-30 metros.

Al pasarme al longbow, retomé las flechas de madera pero en esta ocasión me puse a diseñar con precisión la flecha "ideal". Calculé que un peso ideal rondaría los 320 grains, le pondría una punta de 70 grains, plumas de 3 pulgadas y un vástago de 5/16 con spine 37-42 libras para una flecha de una longitud total de 29.5 pulgadas.

Para asegurarme de que era la combinación idónea, las encargué a Falco, los fabricantes de mi longbow, para cerciorarme de que las hacía un profesional. Ya tendría tiempo de hacérmelas yo en el futuro.

Las flechas vuelan espectacularmente. Había dado en el clavo con las características para mi apertura y la potencia de mi longbow (35 libras a 28 pulgadas).

El problema es que se rompen con mucha frecuencia. Cada vez que voy a tirar me cargo una. Si la flecha no da en la diana y golpea contra una piedra, lo puedo entender, pero la mayor parte de las veces se me rompen habiendo clavado la flecha en la diana. ¿Por dónde? Justo donde termina la punta de metal.

Vástagos rotos a la altura de las flechas

Mi teoría es la siguiente. Algunas veces, cuando la flecha impacta en la diana, lo hace de tal forma que durante casi un segundo la flecha se queda vibrando lateralmente por el impacto. La zona a partir de la cual la flecha puede vibrar es la sección del vástago que sale de la punta y en ese sitio, la madera sufre mayor tensión porque tiene la mayor parte de la masa de la flecha detrás, oscilando, mientras el resto del vástago, delante, está apresado en la punta que a su vez está clavada en la diana. Si mis flechas se clavaran mucho más que la punta o solo un poco, esta tensión en la intersección de punta y resto de vástago sería enormemente menor o con menos repercusión. Pero sí, he notado que mis flechas muchas veces se clavan poco más que la distancia de la punta (3-4 cm) porque el material de la diana así lo exige.

¿Hay alguna solución? No muchas. Podría ir a por un vástago de 11/32, más grueso y resistente, pero más pesado y con peor rasante para mi longbow. O bien buscar puntas de flecha más pequeñas y así, para una misma penetración en diana, desplazar el punto de máxima tensión a una zona del vástago más liberada. Finalmente, la opción que he elegido es mejorar la balística terminal y para ello voy a empezar por cambiar el tipo de punta a una extremo más fino, tipo TopHat 3D en lugar de la Brass 3D que estaba usando hasta ahora. Si consigo ganar más penetración o, en general, liberar la zona de intersección de punta y vástago de la tensión que ahora sufre, creo que puede que las flechas me duren más.

Bullet vs 3D/Field

Consulté a Siim de Falco sobre esta hipótesis y justo hace dos horas me respondió diciéndome que el cambio de puntas era una buena solución y que estas roturas también suceden cuando el material de la diana (un animal 3D) tiene un "grano" orientado en una dirección y la propuesta de tiro sigue un ángulo que va "en contra" de esa dirección, impidiendo una penetración suave de la flecha. En flechas de carbono apenas se sufre pero en madera puede suponer un "crack".

Naturalmente, el caso en el que la flecha golpea el suelo, una rama o una piedra es un problema de orden completamente diferente y no creo que suponga ninguna diferencia. Debería seguir viendo perfiles de rotura semilongitudinales como hasta ahora.

¿Alguno tiene alguna idea aparte de lo que he comentado?