Escribo este post el día después de haber visitado el club Arqueros de Madrid con la intención de prepararme para distancias más IFAA que WA en la víspera de participar en la última tirada de la Liga de Invierno 2015/16 de Bastión de Alanos que se ha celebrado hoy pero que se merecerá su propio artículo en cuanto reúna el material y tiempo para una reseña en condiciones.


Mi bonito Falco Force apoyado en un lince en la diana más alta de todo el recorrido donde hice una pausa tipo picnic

Efectivamente, en lugar de hacer siempre lo mismo cada vez que uno va al club para disfrutar del recorrido fijo, es bueno buscar cualquier excusa para practicar alguna variante de esta afición.

Por ejemplo, uno puede ir con ese arco completamente diferente (en mi caso sería un arco estilo Ming) o tirar siempre desde una distancia convenida (intuyendo unos 20 metros, por ejemplo) o tirar todas las propuestas arrodillado o, como hice yo esta vez, cambiar de piqueta azul (recurvo, longbow, desnudo, arco mecánico) a piqueta roja (poleas en general).

Si ya en Arqueros de Madrid las distancias suelen ser generosas incluso para las piquetas azules y el recorrido fijo, por qué no disfrutar de vez en cuando de la piqueta roja. Naturalmente que va a ser más complicado todo. Para empezar, en longbow, dar en la diana empezará a ser considerado un logro importante, no digamos pulmón o corazón. Que se hacen menos puntos, pues claro ¿y? El tiro con arco va de tirar flechas bien tiradas, no de sacar la máxima puntuación posible. Al menos yo trato de disfrutar de ambas visiones. Cuando estás en una competición, te preocupa tirar buenas flechas y sacar buena puntuación, obviamente, pero cuando estás en plan relax, debería preocuparte tirar buenas flechas y poco más.


En la cuarta diana la primera flecha se fue ligeramente baja pero la segunda fue magnífica

El caso es que la excusa para encontrar esa variante de la práctica del tiro la tenía fácil, en Bastión de Alanos siguen IFAA y en IFAA las distancias típicamente son más largas.

El reto para mí consiste en sacar el máximo provecho de un arco longbow/flatbow de 35 libras a distancias que suelen superar los 35 metros. La parábola se hace no ya necesaria sino obvia viendo el vuelo. El propio vuelo de la flecha dura lo suficiente para verla a cámara lenta en la mente de uno. Desde el sonido de la suelta hasta el "toc" del impacto transcurre una generosa fracción de segundo suficiente para que la percepción del tiro cambie completamente.


Se disfruta mucho cuando a estas distancias impactan ambas flechas y la segunda mejora a la primera

Tirar distancias tan largas me obliga a detenerme más en el anclaje. Un pequeño error en la suelta, un encogimiento del cuerpo, un pequeño tic lateral del brazo del arco... y el tiro se pierde. Esto tiene el problema de que aguantar un segundo más el anclaje para ganar seguridad puede hacer que el brazo de la cuerda se relaje o ceda un poco, apenas nada, y la suelta sea lateral. No es una suelta explosiva, porque no lo observo, pero sí veo que la mano se abre mucho hacia fuera (relajada) justo antes de ir hacia el hombro, donde tengo una segunda referencia al tacto. Se puede ver bien en este vídeo que, por otra parte, muestra unos tiros precioso en un campo que estaba verde verde.

*Se recomienda poner a pantalla completa y en máxima calidad*

No llevé la cuenta de los puntos exacta porque no era el objetivo pero s é perfectamente que rondé los 230, que realmente está bastante bien para tirar desde la piqueta roja. Pero con lo me quedo es con unas sensaciones muy buenas, una forma de practicar el tiro con arco que me exige un anclaje estable más prolongado que me encanta (sin pasarme, no quiero estar más de 3 ó 4 segundos en el anclaje, casi prefiero volver a empezar la secuencia de tiro) y con unos vuelos largos de las flechas que me son un motivo más para estar enamorado de este deporte.


Buscando el corazón a veces nos quedamos cortos pero hay que disfrutar también cuando tus dos flechas te están marcando el camino tan claramente, han sido dos grandes tiros

Os recomiendo que la próxima vez que vayáis a vuestro club a practicar os quitéis la presión de los puntos y practiquéis algún aspecto en particular. Por ejemplo, tirar arrodillado es una muy buena idea y una forma muy rigurosa de practicar la técnica.