Si hay una tirada a la que Angela y yo no queremos faltar durante el año es la de Halloween del club Bastión de Alanos. No en balde, la foto de cabecera del blog se tomó en una de ellas.
Representa una buena fusión de diversos elementos que nos gustan. Es una tirada social muy informal, la hora de inicio suele ser tardía, las dianas son criaturas horripilantes, el campo en otoño suele estar precioso y yo tengo la excusa perfecta para "disfrazarme". Si a todo ello le sumas la propia gente de Bastión de Alanos y el resto de los que acudimos, la jornada es un acierto seguro.
Este año se celebró en sábado y la hora de inicio de la convocatoria marcaba las 12 del mediodía. De los amigos de Ithilien fuimos cinco; Álex, Ana, Juan, Angela y yo. Siendo cinco fue fácil acomodarnos en una patrulla desde el primer momento.
Angela y yo llegamos un poco más tarde de las 12.30h porque sufrimos algo el atasco matutino de la A-6 y cuando pudimos empezar a calentar se nos dijo que por cuestiones de seguridad, el campo de calentamiento quedaba clausurado una vez que había patrullas en el campo. La seguridad es siempre lo más importante así que nos acercamos a una diana-cubo en otro lugar para soltar algunas flechas.
Álex, Ana, Angela y Juan posan muy al principio
El ambiente estaba muy animado, con no pocos mostrando su talento para los disfraces de Halloween. En España la reciente tradición de celebrar esta jornada suele orientarse siempre a disfraces con un enfoque terrorífico (en el mundo anglosajón hace tiempo que trascendió este aspecto) así que tuvimos nuestra buena dosis de sangre y entrañas en los que se animaron a tirar flechas con atuendos nada convencionales.
El día lucía espectacular, quizá demasiado. Efectivamente, estábamos todavía con el verano dentro del otoño. En cuestión de temperatura no me quejo pero el campo no se veía apenas otoñal. Además, al ser la tirada a mediodía el sol estaba todo lo alto que podía estar, restando algo a la ambientación de las dianas. El año pasado también fue a mediodía pero creo que no llevábamos acumulado tal cantidad de semanas de secano, quizá fuese ésa la gran diferencia.
Para que entendáis mejor la diferencia os muestro una foto del año pasado del cementerio y otra este año. Aunque no era la misma ubicación, sirve de ejemplo.
Halloween, 2016
Halloween, 2017
En cualquier caso, decidimos meternos en el recorrido tras esperar unos minutos tácticos que buscaban evitar el tapón y, cuando lo hicimos, nos metimos de lleno en nuestro papel de caza-zombis.
El recorrido tenía unas 14 dianas, creo, y el sistema de puntuación era muy original y nos gustó mucho. Si la diana era un zombi, por ejemplo, la primera flecha podía puntuar 20 si daba en la cabeza o 10 si daba en el resto del cuerpo pero la segunda y tercera flechas solo puntuaban 20 en la cabeza. Esto hacía que sistemáticamente todos buscáramos el tiro más épico, claro. Muchos buenos tiros se quedaron a centímetros de puntuar pero las reglas eran claras e hizo muy emocionante todo el recorrido, todo un acierto.
Aquí posando en una zona umbría
En general creo que a todos se nos dio bien. Yo fui con mi arco vikingo al que aún no le había cogido "el truco" y me quedé con la sensación de que primero tengo que dominar el "fácil", es decir, el arco longbow inglés, antes de enfrentarme a este arco tan crítico. Mención especial habría que hacer a Juan, que con su longbow, no dejaba diana sin puntuar y Angela, que al no encontrarse fina, decidió disparar solo una flecha, pero vaya "sola flecha" que metía...
Hubo algunas dianas más corrientes y otras más especiales. Se va notando que estas dianas han aguantado ya tres tiradas de Halloween y no sé si todas podrían aguantar una cuarta. Echamos de menos este año la diana del "Aquelarre", que tenía también animales 3D como cuervos y sapos. Cierto es que el año pasado esta diana hizo de tapón pero aún así el "atrezzo" estaba genial. A cambio, nos volvimos a encontrar con el "zombi asomado a una peña", que protagonizó el tiro más épico de toda la jornada de 2016, sobre todo cuando descubrimos que se había deslizado hacia abajo y que el hecho de que dejara ver solo los ojos y la frente era un error. Este año el zombi asomaba generoso desde el pecho y nos hinchamos a con nuestras flechas (lo veréis en el vídeo).
Álex se enfrenta a unas calabazas que nos dieron muchas ídem...
Al contrario que el año pasado, no sufrimos apenas tapón en todo el recorrido y fuimos a nuestro aire, disfrutando de la compañía. Yo diría que el conjunto de 14 dianas nos llevó algo más de dos horas así que cuando estuvimos vuelta en el "campamento base" la paella y las hamburguesas ya hacía tiempo que habían tomado posesión de los platos. Escogimos una mesita pequeña a la sombra de una enorme encina y nos pusimos a recuperar fuerzas. La paella estaba buenísima, por cierto.
En ese momento fue cuando nos encontramos con mucha gente que hasta entonces solo intuíamos que se había apuntado a la tirada. Nuestro comienzo algo tardío les había sorprendido ya dentro del recorrido pero entre la hora de la comida y la obligada sobremesa se produjeron todos los encuentros pendientes, incluyendo los de Miki y Sonsoles, a los que vemos muy de vez en cuando.
Al poco, Juan anunció que se tenía que ir y que no podría quedarse hasta el final. Dado que sospechábamos que su puntuación (aun sin referencias claras por ser reglas muy particulares) había sido bastante buena, quedamos en que si le llamaban al podio, alguien de Ithilien subiría en representación.
Cuando Juan finalmente se marchó aún quedaba gente que tenía pendiente meterse en el recorrido ya que había venido más tarde, como fue el caso de Antonio Merino y Natalia de Castro, o que lo habían dejado a la mitad para no perderse la comida, como fue el caso de Sonsoles. En cualquier caso, la organización, con buen tino, decidió anunciar un adelanto del final de la jornada y eso permitió que ese tramo final de patrullas fuera relativamente fluido.
Un receso
Aún quedaba una sorpresa, por cierto. Tras el cómputo de puntos, sucedió que en las dos disciplinas de TRB masculina y femenina se habían producido sendos empates y la forma de resolver esta situación fue ir a la diana con mecanismo del murciélago (que cuando nosotros la vimos no funcionaba) y hacer un poco de "shoot-off". Podréis ver los tiros definitorios al final del vídeo.
Y ya por fin, con todas las puntuaciones resueltas, fueron llamando al podio a los tres mejores de cada categoría. Siendo yo el único con arco histórico (mira que es raro en Bastión de Alanos esto) pues me llevé mi medalla de galleta de Halloween pero donde sí que hubo más mérito fue en el tercer puesto de Juan en Longbow, cuya medalla de galleta subió a recoger Angela en representación.
Javier Gamboa en todo lo alto, no surprise, y Angela en el lugar de Juan
Así que recuerde, que no sean oriundos de Bastión, vi subir al podio a Jacek en Poleas y a Sonsoles en TRB (que ganó a Hannah en el desempate que antes comentaba). Seguro que hay muchas fotos de podios en el facebook de Bastión de Alanos.
Con esto se dio por terminada la jornada y agradecimos a la organización todo el esfuerzo para montar esta tirada. Naturalmente, si la vuelven a la organizar el año que viene, ahí estaremos una vez más.
Para terminar, os dejo un pequeño vídeo con alguna selección de los tiros de la jornada que incluyen los desempates (notaréis que la tirada masculina usa la piqueta azul tras varios intentos fallidos de usar la amarilla, más lejana).
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