Me desperté en un Bed & Breakfast de Gloucester, uno de los condados de Inglaterra más cercanos a Gales, justo pegado al fronterizo Herefordshire. A este Bed & Breakfast sólo se accede por invitación y por eso mismo me sentí un privilegiado desayunando en un precioso comedor con mermeladas y compotas caseras, un Full English Breakfast en el que hasta las "beans" estaban ricas y con una ventana que dejaba entrar una luz limpia y cálida de un sol que a las 8.30 de la mañana ya estaba relativamente alto.
Vista mientras desayunaba. El día prometía.
Era mi cumpleaños, lejos de casa y sin Angela para celebrarlo juntos pero como consuelo tenía por delante un posible día de tiro con arco en uno de los mejores clubes 3D de todo el Reino Unido, el Wye Valley Archery Centre. Un club claramente enfocado en arquería tradicional siguiendo la estela de los arqueros galeses e ingleses del medievo.
Cogí el coche de alquiler y me dirigí al club disfrutando una hora de carreteras preciosas descendiendo en el Wye Valley. Todo estaba verde y frondoso y al contrario que el sureste de Inglaterra aquí el común denominador era un paisaje ondulado y lleno de colinas con variedad de vegetación y color.
A pesar de que había enviado varios correos y dejado varios mensajes de texto al responsable del club, Lee, no había tenido respuesta, así que corría el riesgo de no ser admitido. Me presenté sobre las 10.45h y vi a quien parecía ser Lee. La conversación fue algo así (traducida):
- (Yo): ¡Hola! Soy Pablo, de Madrid, y había escrito para ver si podía pasar un día en el club.
- (Lee): ¡Claro! ¿Vienes con el grupo de iniciación?
- (Yo): No, no, vengo por mi cuenta.
- (Lee): Ya veo ¿y tienes tu propio equipo?
- (Yo): ¡Sí!
- (Lee): ¿Y has tirado antes?
- (Yo): ¡Sí! Pertenezco a un club en Madrid.
- (Lee): Hmmm, ya, pero no creo que pueda dejarte tirar en el recorrido. Es peligroso.
- (Yo): Precisamente sólo tiro 3D, sé moverme por los recorridos y me preocupo mucho por la seguridad.
- (Lee): Ya, pero no te conozco. No sé cómo tiras. Mucha gente viene aquí habiendo visto las películas de El Señor de los Anillos con un arco de poleas que se acaban de comprar y se pone a tirar hacia el cielo. Otros aseguran llevar 20 años tirando pero resulta que tiran en su jardín y son incapaces de darle a algo a 30 yardas. De verdad que lo siento pero no sé qué vamos a poder hacer. Déjame que prepare al grupo que ha venido, quédate aquí y en 20 minutos te vengo a buscar.
No fue el mejor de los comienzos. Empecé a preocuparme un poco pero entendía perfectamente a Lee. Tiene una gran responsabilidad en materia de seguridad y con un pequeño desliz puede ocurrir un desastre. En fin, lo único que pude hacer mientras esperaba era dar un paseo, calentar un poco los brazos y confiar en que todo se arreglaría y que no tendría que tirar todo el día en las dianas de calentamiento.
Al rato vino Lee y me dijo:
- (Lee): Ven conmigo a las dianas de calentamiento. Vas a coger 6 flechas, vas a ponerte a 30 metros y vas a tirar a una de las dianas del fondo. Voy a fijarme en cómo tiras y en base a eso, tomaré una decisión. Siento tener que hacerte esta prueba pero es necesario.
- (Yo): No te preocupes, lo entiendo perfectamente.
En fin, imaginaos la presión. Lee es Campeón Galés e Inglés de Warbow, es dueño del club y un magnífico arquero y me dice que "a ver cómo tiras a una diana a 30 metros" sin haber tirado una sola flecha aún y fuera de mi entorno. ¿Pero qué alternativa tenía? Así que miré la diana, me alineé, cogí una flecha de madera de las 6 clavadas a mi lado, apunté, abrí, solté, vuelo precioso y al amarillo ¡bum! Lee hizo un gesto de sorpresa. Cogí la segunda flecha, apunté, abrí, solté, vuelo precioso y se clava al lado de la primera. Cojo la tercera, bam, la cuarta, bam, la quinta, bam, la sexta, bam. Un precioso grupo de 20cm de diámetro a una distancia de 30 metros. Lee parecía bastante satisfecho y me dijo que claramente tenía buena técnica y sabía cómo tirar y que me pedía disculpas por haber dudado de mí pero que tenía que asegurarse primero. Naturalmente que entendí los motivos para asegurarse aunque reconozco que el escepticismo radical sí me había cogido por sorpresa. Superada esta prueba, Lee me ofreció ir a los dos recorridos con una pareja del club que acababa de llegar, Neal y Jo .
Una breve pausa para que podáis ver un vídeo que combina algunos de los tiros del campo. La cámara es una de tipo gopro así que deforma un poco los ángulos pero a cambio me permite dar una visión de gran angular.
Neal empezó el día tirando con un arco recurvo y Jo tiraba con un arco de poleas. Tras tirar unas cuantas flechas en las dianas de calentamiento, decidimos arrancar con el recorrido pequeño con unas 10 propuestas y unas 12 dianas 3D. El recorrido estaba muy bien indicado, con hasta 5 piquetas a 5 distancias, a cada cual más lejana. La blanca, luego la azul, luego la roja, luego de la colores y finalmente la plateada. La piqueta roja se consideraba en este club la piqueta "estándar" desde la que tirar para un longbow o un recurvo mientras que la de colores sería la primera para Poleas o un reto adicional para el resto y la plateada supone el máximo reto posible. En mi caso, empecé desde la roja pero luego, animado, pasé a la de colores. Me fue bien y continué desde la de colores hasta que más adelante, durante la tarde, el cansancio empezó a hacer mella en mi brazo izquierdo y tendía a dejar caer el arco lo justo para que desde una distancia tan lejana y con un arco de 35 libras, las flechas cayeran justo rozando bajo las dianas.
Tras el primer recorrido y siendo casi las 12.30 decidimos hacer una pausa para comer algo. Yo no llevaba nada pero Lee demostró ser un perfecto anfitrión y me ofreció una especie de empanadas pequeñas de queso y carne que fueron más que suficiente tras el potente desayuno de la mañana. Tuve ocasión de disfrutar de un ambiente magnífico en la caseta del club con un montón de material de recreación medieval y también fuera, con Lee dando lecciones de historia de una forma muy amena.
Aunque hacía un día para pasárselo sentado en una silla disfrutando de las vistas del valle, acepté encantado la invitación de Neal y Jo para seguir con ellos durante la tarde por el segundo recorrido de 24 propuestas y un total de 30 dianas. Fue formidable y lo disfrutamos muchísimo. Este segundo recorrido era tremendamente complicado. La mayor parte de las veces aprovechaban el desnivel y el follaje para, unido a la distancia, exigir el máximo al arquero en cualquier disciplina. ¡En algunas dianas dobles no nos dimos cuenta de que lo eran hasta acercarnos a recoger las flechas! (normalmente el animal mejor camuflado era el depredador). Como decía antes, aquí el cansanció empezó a hacer mella así que las últimas dianas opté por avanzar hasta la piqueta roja (que en general solía estar entre una distanca roja y azul en FITA y una distancia de Hunter 3D de IFAA). Tras terminar este recorrido nos fuimos directamente a hacer de nuevo el primero y más corto y cuando Neal and Jo se despidieron aún eran las 5.30h de la tarde y el día seguía siendo espectacular así que me fui a hacer el primer recorrido de nuevo tras una breve charla con Lee.
Fue entonces cuando Lee me dijo que era el primer arquero europeo (léase "europeo continental") que conocía que tiraba bien. Usó la expresión "proper archer". Evidentemente, ha visto pocos arqueros continentales y tenía un gran prejuicio frente a arqueros que no fueran galeses o ingleses basado en su experiencia y, cegado como estaba por su pasión por la arquería medieval, todo encajaba para él. A pesar de su escepticismo, Lee demostró ser una extraordinaria persona y como se había enterado por Neal y Jo que era mi cumpleaños, me dijo al finalizar que no tenía que pagar nada y que esperaba que volviéramos a vernos.
Si alguno tenéis la oportunidad de visitar este club en el futuro y podéis llevar el arco ¡no lo dudéis! Eso sí, no os sorprendáis si Lee os exige hacer una prueba de nivel antes de que podáis entrar en los recorridos.
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