Recuerdo que leí la noticia del cese de actividad de la Asociación de Arqueros de Bosque (ANAB) y el comienzo de Asociación de Arco Libre (AAL) con la esperanza de que todo el contubernio de la acción legal iniciada por la Federación Española de Tiro con Arco se resolviera de forma elegante.

Tras leer la noticia tres veces y volverme a leer la sentencia me di cuenta de que iba a ser más complicado de lo que pensaba. Esperé a que hubiera más información en los días siguientes pero no vi nada relevante aparte de gente o muy ilusionada con las novedades o muy desencantada con ellas.

Los tres puntos más controvertidos del nacimiento de AAL eran los siguientes:

  • Un proceso particularmente opaco dentro del seno de ANAB sobre las medidas a tomar. La gran mayoría de los socios de ANAB nos enteramos cuando todas las decisiones relevantes estaban tomadas.

  • La sentencia contra el Ministerio del Interior y ANAB parecía tener defectos de forma o partes inejecutables, lo que dejaba muy abierto e incierto el futuro del uso y tenencia de arcos en España según los cánones hasta la fecha.

  • La obligatoriedad de que el arquero o arquera que ahora deseara afiliarse a AAL debiera hacerlo a través de un club que a su vez estuviera afiliado a AAL, abandonando el mecanismo anterior por el que se podía solicitar la afiliación a título estrictamente individual.

Dependiendo de con quien hablaras, notabas disconformidad con al menos alguno de esos tres puntos. A mí me preocupaban los tres.

Los tres puntos conflictivos en detalle

Proceso opaco

Pertenezco a varias asociaciones. Se podría decir que tengo un perfil que se llama "asociativo" y que se traduce en participar activamente en proyectos colectivos habitualmente gobernados por los propios interesados en mayor o menor medida. Por tanto, cualquier proceso dentro de una asociación que requiera para su buen término la necesaria ignorancia de sus supuestos beneficiarios me tiene que generar un rechazo instintivo. Esto no quiere decir que a veces esa forma de actuar sea la única viable, en ocasiones es así. Al fin y al cabo, ANAB se encontraba, tras varios años de pleitos, con una sentencia en contra que (según mis datos) nunca llegó a recurrir en tiempo en forma y buscaba a la desesperada una forma de poder continuar con su actividad, de la forma que fuera y sin dar pistas a los mismos que durante años han estado acosándolos. Volveré sobre este punto más adelante.

La sentencia

La sentencia de marras es, al parecer, un problema para todos. Su aplicación acarrearía problemas a la mismísima RFETA ya que invalidaría las tarjetas deportivas que ella también emite. Ahora bien, a nadie se le escapa que una organización como la RFETA tiene un peso y una cobertura institucionales que le permiten encajar el golpe con muchísima más entereza. La voluntad política no trataría nunca de que la RFETA se sometiera a una sentencia así y tendría a su favor el factor tiempo. La ANAB, sin embargo, tiene un peso institucional minúsculo en comparación y cualquier aplicación parcial o interpretación de la sentencia tal como está, dejaría a sus socios absolutamente indefensos, independientemente de lo injusto que ello nos pudiera parecer.

Afiliación de los clubes necesaria

Finalmente, tenemos el dolor de cabeza que supone exigir afiliación individual a través de clubs afiliados. Nos encontramos con tres grupos de arqueros. Los afortunados que pertenecen a clubes completamente volcados con IFAA, ANAB y ahora la nueva AAL. Los que pertenecen a clubes que apoyaban a IFAA y ANAB pero que quieren tomarse su tiempo ante la nueva situación. Por último, los que pertenecen a clubes que nunca tuvieron interés en IFAA. Todos los arqueros que antes eran miembros de ANAB necesitan que sus clubes se afilien a AAL para tramitar su tarjeta deportiva pero solo el primer grupo de afortunados lo tiene fácil. En el mejor de los casos, la decisión de estos clubes está parada por los dos primeros puntos (proceso percibido como opaco y sentencia de difícil interpretación). En el peor, se trata de un club que no tiene ningún interés en ser o apoyar a IFAA (un club de arco olímpico, por ejemplo). El motivo económico queda descartado en el momento en que la afiliación de un club cuesta 25€ al año. [actualización: 8 de marzo, 13.45h. Me dicen por el pinganillo que la afiliación individual era válida por la RFETA en el pasado y el cambio a exigir club no supuso tanto revuelo. Soy incapaz de recordar un proceso que no viví así que no puedo opinar].

¿Cómo puede la AAL facilitar la afiliación de clubes en esta situación?

Las mismas personas que solo tienen buenas palabras para hablar de la actual directiva de AAL (heredada de ANAB) se dividen entre los que se suman al proyecto y los que quieren ver para creer. ¿Y qué quiere ver para creer este segundo grupo? La seguridad de que AAL nace verdaderamente inmune a la sentencia, a una sentencia que todo el mundo coincide en que no hay por dónde cogerla (¿cómo ser inmune a una sentencia tan desconcertante?). Aquí todo empieza a complicarse un poco más. Bueno, dado que la sentencia ataca a ANAB y la nueva AAL no es técnicamente ANAB, AAL parte de una situación inmaculada. Para algunos, esto podría ser pan para hoy y hambre para mañana. Así que ¿cómo puede conseguir AAL evitar que la RFETA retome acciones legales al mismo tiempo que convence a los escépticos sobre su capacidad para emitir tarjetas deportivas?

Bajo mi punto de vista, AAL trabaja en dos vías en paralelo.

  • En relación con la RFETA y aprovechando la nueva junta directiva, más dialogante, teniendo una mejor relación institucional. Una mejor relación es la mejor vacuna contra más pleitos pero imagino que la RFETA no es un ser único e indivdisible y supongo que las Federaciones territoriales tendrán visiones contrapuestas sobre lo que le conviene a la RFETA. En cualquier caso, la AAL parece tener voluntad de acercar posturas.

  • En relación con los escépticos, la AAL esgrime la nota informativa de la ICAE (Intervención Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil), en donde al parecer se deja claro que para usar y tener un arco se debe pertenecer a un club deportivo debidamente registrado. Una afirmación de la ICAE no es baladí y a ese documento la AAL otorga un gran peso específico. Este documento no es público por expreso deseo de AAL. Creo que este celo se pueda dar ante el temor de que un estudio minucioso de él pueda animar a encontrar una grieta y una oportunidad para cargar contra AAL de nuevo. No obstante, dicho documento existe y afirma lo que comento. Naturalmente, la ICAE podría cambiar su criterio en un futuro y alinearse con las tesis que consideran el arco como arma y entonces nos encontraríamos en otra situación totalmente diferente.

La afiliación de clubes previa a la afiliación individual, la polémica está servida

La AAL ha tenido que renunciar a una característica clave de ANAB, la posibilidad de afiliación individual, ya que no hay nota informativa del ICAE que aguante eso. El riesgo de energúmenos campando a sus anchas con un arco es demasiado alto y se hace necesaria la intermediación de un club o al menos eso ha convenido la AAL con todas las opciones encima de la mesa. Este punto, que ha causado mucha controversia, hubiera pasado casi inadvertido si no hubiera estado acompañado de la decisión con diferencia más polémica; la necesidad de que el club del arquero esté afiliado a AAL en primer lugar.

Esto al parecer es la práctica común de todas las asociaciones deportivas extranjeras que representan a IFAA. La Familia IFAA, por coherencia, pide que sus afiliados lo estén a través de clubes a su vez afiliados. En otros países, la federación adscrita a WA y la adscrita a IFAA gozan de un mayor equilibrio de aficiones y se entiende perfectamente que los clubes sean intermediarios y representantes de una o ambas. En España, el desequilibrio histórico es enorme pero eso no ha impedido que AAL haya decidido en su constitución mantener las tesis de IFAA y pedir arqueros y clubes que se afilien a AAL.

La teoría más extendida sobre por qué AAL pide esa afiliación de clubes no es ésta que acabo de comentar, sino la que cree que se busca sumar 65 clubes (o nueve federaciones autonómicas, véase artículo 8 del Real Decreto 1835/1991) para constituirse en una federación deportiva nacional y presentar batalla a la RFETA. Esto en realidad es mucho maś complicado ya que dos federaciones para el mismo deporte no es algo que se suela ver y aceptar. Aparte, entiendo que como en toda asociación, esto tendría que aprobarse en una Asamblea General de socios. Finalmente, parece bastante precipitado arrancar con AAL para huir de la confrontación con la sentencia y ponerse desde el día uno a trabajar en una Federación deportiva al margen de la RFETA. Yo no digo que no sea tentador pensar en esta teoría pero creo que no acaba de sostenerse.

Aún así hay dos motivos por los que hay clubes reacios a afiliarese:

  1. Hasta que las relaciones entre AAL y RFETA sean claramente mejores, apoyar a AAL como club podría dañar la relación de algunos clubes con RFETA (tanto institucionalmente como en lo personal).

  2. La nota del ICAE puede no ser suficiente garantía para que algunos clubes acepten a AAL como entidad válida para emitir tarjetas deportivas (y el conseguiente gasto de seguros específicos, aceptar arqueros AAL en las instalaciones, etc).

Creo que en este punto AAL tiene que aceptar con serenidad que esto pueda suceder. Ni era fácil la situación para ANAB en el pasado ni ahora lo es para los clubes obligados a mojarse. Estamos todavía muy al comienzo de la vida de AAL y aunque AAL bebe de toda la inercia y confianza depositada por ANAB, este "reinicio" puede haber sido la excusa perfecta para que mucha gente se tome su tiempo.

Mi impresión es que la decisión de AAL de nacer como una entidad IFAA mucho más formal con el contexto español y la sentencia reciente le está suponiendo un quebradero de cabeza (incluyo aquí a los arqueros que antes se sacaban la tarjeta ANAB a título individual y ahora no pueden) pero que esta decisión puede tener sentido a largo plazo. Impopular, quizá no bien explicada pero con la creencia de ser lo mejor para la próxima década. Veremos lo que sucede en los próximos años.

¿Que efectos tiene esta situación? ¿Qué podemos hacer como arqueros?

A mucha gente todo este asunto les da un poco igual "mientras consiga mi tarjeta deportiva de IFAA" y la verdad es que tampoco puedo culparlos. A otra gente le pone muy nerviosa la sentencia, no solo por AAL sino por formas particulares de practicar el tiro con arco (recreaconismo, arcos históricos, fabricación de arcos, etc) y aunque puedan obtener la tarjeta de AAL puede que tengan que plantearse otras vías (federación de caza, por ejemplo, si hay enemistad irreconciliable con RFETA).

En mi caso, y con esto quisiera concluir, pertenezco a un club, Arqueros de Madrid (como es obvio por la cobertura que le doy en este blog) que pertenece al grupo de clubes que se lo están pensando. Como mínimo, es muy comprensible que tengan un debate interno que no pueda resolverse cuando al resto de abonados nos parezca bien. Estamos hablando de un club que se acerca rápidamente a los 250 socios y abonados. Yo estaría atrapado entre mi filia por IFAA y el miedo a estar cometiendo algún error.

Pero la vida sigue y, sobre todo, las competiciones IFAA en España (y las competiciones internacionales), y aquí nos encontramos muchos atrapados por la exigencia de AAL de estar en un club afiliado. ¿Qué puedes hacer si no es el caso en este momento? Realmente solo te quedan dos vías.

  1. Pedir el favor a un club afiliado a AAL que acepte intermediar por ti. Esto requiere en general de una relación personal y de que el club tenga unas normas internas que lo permitan. Esto se prestará siempre a agravios comparativos pero al menos es una vía válida. Conozco a varias personas que lo han empleado y han sorteado la situación. Naturalmente, estos arqueros y arqueras, cuando compitan, lo harán en nombre de ese club.

  2. Crear un club deportivo y afiliarlo a AAL. Se trata de un procedimiento administrativo similar en cada Comunidad Autónoma que exige unos socios fundadores, un acta de constitución, unos estatutos conformes a la ley y el pago de unas tasas. El proceso suele durar 1 mes aunque legalmente la Consejería corespondiente suele tener un margen de hasta 3 meses. A través de este club (que en absoluto tiene que estar a su vez federado) se solicitarían las tarjetas deportivas de IFAA a AAL.

Ninguna de estas dos soluciones es bienvenida, ambas son engorrosas pero funcionan. En mi caso y en el de varios amigos y amigas amantes del tiro con arco 3D hemos optado por la segunda y hemos constituido hace varias semanas el Club Deportivo Elemental Tiro con Arco Ithilien en la Comunidad de Madrid (Ithilien o Arqueros de Ithilien para abreviar). Es un club que nace como vehículo para resolver la afiliación con AAL de un conjunto de personas que en su totalidad pertenecemos como abonados o visitantes ocasionales a Arqueros de Madrid y que respetando los tiempos de una decisión de este tipo, evitando ejercer presión (al margen de informar de nuestra preferencia, claro) y no teniendo el recurso de la primera solución, vimos la puerta abierta a través de un club de índole virtual y privado. Este club no tiene lugar de práctica propio ni cuotas para socios (ni abonados) y sirve exclusivamente a los intereses de 12 personas que mantienen una larga amistad al margen de la práctica del tiro con arco.

Aunque ya estamos pisando marzo, a muchos nos dura aún la resaca de la noticia de "adiós ANAB, hola AAL" con el agravante de la sentencia. ANAB y la actual AAL han vivido unos tiempos "nada interesantes" y han tomado una serie de decisiones que, según ellos mismos han admitido a título personal "en perspectiva pueden no haber sido las mejores en todos los casos". La clave va a estar en qué hacemos el resto. ¿Seguimos apostando a pesar de no comulgar del todo con algunos aspectos o manifestamos nuestra oposición? Depende de lo que nos mueva, de lo que nos motive, de lo que creamos que es más importante. En mi caso, con la información que tengo y con la enorme ventaja de llevar solo tres años tirando con arco y carecer de lastre "personal", he preferido apostar por AAL como representante de IFAA en España. Esta apuesta no es un cheque en blanco y confío en que más pronto que tarde AAL pueda convencer (dentro de lo razonable, no pedimos milagros) a los que aún se mantienen expectantes o decepcionados de que hay un proyecto de IFAA creíble y sólido en España.