Este domingo 10 de mayo de 2015 se celebró la 4ª Tirada de la liga interna de Arqueros de Madrid. Se trata de una liga de mucha calidad tanto en los participantes como en el recorrido que preparan ex profeso.

Los momentos previos de la jornada de liga

El día arrancó con una temperatura rozando los 30 grados, una pequeña brisa y un campo que aún aguantaba verde y colorido tras las lluvias de la semana anterior. Cuando se acercaban las nueve de la mañana, llegué y me puse a calentar. Angela decidió pasarse una hora y media más tarde, con nuestros amigos Esther y Luiyo, y saltarse la jornada de liga. La culpa la tuvo una sesión de juegos en casa de otros amigos, Ana y Alex (que también fueron al campo más tarde) y que nos hizo acostarnos a las 3 de la mañana.

Me vino muy bien apuntarme a la patrulla de Antonio Cámara (recurvo, Arqueros de Madrid) y Gustavo Trébol (recurvo, Arqueros de Pozuelo) porque al ser una patrulla pequeña, tardaríamos poco y me uniría más pronto que tarde a Angela, Luiyo y Esther. En posesión de nuestras tarjetas de puntuación nos fuimos hasta la diana 9 para no bloquear ni ser bloqueados y empezó el ritual de siempre; el orden de tiro, seguir las marcas rojas entre dianas, vigilar que no se produzcan situaciones de riesgo, alegrarse de los éxitos de los compañeros, etc.

Yo me llevé mi cámara SJ5000+ metida en una carcasa y configurada para grabar en 1280x720 y 120fps para luego jugar con la cámara lenta en las sueltas. Así, yo grababa, Antonio apuntaba y Gustavo sacaba las flechas, un reparto muy equilibrado de las tareas.

Ejecución de la técnica

Tras la sesión de refuerzo para la técnica del viernes anterior, puse en práctica los cambios más importantes. En general los apliqué bien pero cuando cometía errores, y vaya si los cometía, solían ser de dos tipos; mal cálculo instintivo de la distancia al armar el arco y suelta explosiva. El primer error se corregirá con el tiempo a base de tirar y tirar pero el segundo necesita mucha más disciplina y me concentraré en ello todo lo posible. Un tercer error que estoy minimizando pero aún aparece es el anclaje demasiado corto, de un segundo, en lugar de dos o hasta tres.

Antonio Cámara empezó tirando simplemente "bien" pero luego fue cogiendo tono y metiendo pulmones y corazones para acabar con una más que respetable puntuación de 349 mientras que Gustavo Trébol, que suele tirar en el campo "llano llano" de Arqueros de Pozuelo en el polideportivo Carlos Ruiz, veía cada tiro como una aventura y por eso no sorprende que se encontrara feliz con su puntuación final de 310.

Podéis ver aquí un video resumen del recorrido. En esta ocasión apenas he abusado de la cámara lenta y he preferido ir a un vídeo con más ritmo y variedad.

Casi al término del recorrido los tres coincidíamos en que éste tenía calidad de liga FMTA o Nacional, queriendo decir con esto que había pocos "regalos" (yo conté dos por contar algo) así que sin ser un recorrido imposible, no podías dejar de concentrarte ni un instante. No me sorprendería saber que más de uno haya caído en barrena tras tres o cuatro malos tiros.

Me presenté en la última diana con 244 puntos y cuando ya me hacía ilusiones para llegar quizá a los 260, firmé un doble-cero que me sentó como un tiro. Se trataba de una diana elevada y lejana, la número 8. Vale que fallara la primera (bien centrada, un poco baja) ¡pero la segunda fue al mismo lugar! Así que me quedé con mis 244 puntos, que siguen siendo 4 puntos más de lo que me exijo con Longbow de momento, así que me quedo satisfecho.

Terminado el recorrido, repasamos las puntuaciones y se descubrieron algunos puntos bailongos y tras corregirlo todo bien, las firmamos y las entregamos en la caseta. A partir de aquí, ya relajados, comentamos un poco las sensaciones y yo me fui a ver a Angela, Esther y Luiyo que ya habían calentado y se planteaban hacer el recorrido fijo del club.

La segunda parte del día, fuera de la liga

Esther estrenaba su Falco Spirit de 25# y 66", Luiyo tiraba por segunda vez con su Falco Spirit de 32# y 70" y Angela lucía como siempre su Bearpaw Slick Stick de 25# y 58".

Decidimos hacer un recorrido libre. A veces tirábamos desde las piquetas y otras veces algo más cerca de la diana. Comprobamos que las flechas de Angela le vuelan perfectas a Esther, buena noticia teniendo en cuenta que un pack de 6 estaba en camino y llegará en pocos días. Ver a Angela tirar tras los sabios consejos de Néstor Lacassagme el viernes anterior era un placer. Si fallaba, y fallaba muy poco, era por altura, no por el resto de la técnica. Luiyo se marcó también un buen recorrido (yo hubiera pagado por tirar así tras unas pocas semanas reales de práctica posteriores al curso) y Esther, en cuanto corrigió la postura que le hacía golpear la cuerda en el brazo, cambió su rictus frustrado por una felicidad plena con su nuevo arco (el arco va fenomenalmente).

Grabé unas cuantas secuencias y aquí sí me permito jugar más con las cámaras lentas ya que el propósito del recorrido era grabar la técnica y repasarla más tarde.

A 6 dianas de terminar el recorrido se nos unieron Ana y Alex que habían venido más tarde y terminamos lo que nos quedaba en inmejorable compañía. Así da gusto, animando a las amistades a practicar este deporte y que luego se enganchen y que puedas disfrutarlo con ellos.

El sol en todo lo alto pegaba muy fuerte y en la mayoría de nosotros se nos intuían ya las amenazas de quemazón en brazos, cara y cuello. Con la promesa de un "moreno Agromán" nos escapamos a terminar la jornada tomando unas raciones en una terraza en San Agustín de Guadalix. Las cervezas con limón, boquerones en vinagre, chorizo casero picante, ensaladas, huevos rotos, zapatillas con cecina, revuelto de trigueros... en fin, así es como hay que acabar un día de buen tiro con arco, cansados, saciados y felices.