Por motivos de trabajo tuve que quedarme el fin de semana del 25 y 26 de julio en Londres y decidí alquilar un coche y viajar de nuevo hasta Gales para visitar de nuevo el club de tiro con arco Wye Valley Archery Centre del que ya hablé en este otro post.

[Vídeo al final del artículo]

Me alojé en un lugar llamado The Huntsman Hotel que tenía unos precios de risa y estaba correcto (es famoso por su cocina y la cantidad de comida pero no tuve ocasión de probarla) y que estaba a escasos 5 minutos en coche del club. Llegué el viernes por la noche en un día que me llovió todo el camino y me desperté fresco el sábado por la mañana dispuesto a tirar flechas hasta que me sangraran los dedos.

Cuando llegué antes de las 10 me di cuenta de que era el primero porque la verja estaba cerrada pero al poco apareció Lee en su coche con su pareja y pude entrar y aparcar en la zona que tienen dispuesta para los coches (había por cierto una autocaravana de algún amigo de Lee). Lee se acordaba perfectamente de mí y me dijo que si esperaba un poco, llegarían otros arqueros para poder ir en una patrulla. Así lo hice y coincidí con Antonio Brito y con Steve Chamberlain. Antonio (recurvo, con un Bodnik Quick Stick de 45 libras) llevaba apenas 5 meses tirando en Field y era su segundo recorrido 3D y Steve (recurvo T/D estrenando palas Samick de 55 libras) llevaba unos meses sin tirar creo que por una lesión y trataba de volver a estar en forma.

Fueron dos excelentes compañeros con los que disfruté muchísimo, Hicimos el primer recorrido de 12 dianas, luego el de 36 dianas, luego un descanso para comer, luego el campo con los caballeros medievales y finalmente de nuevo el recorrido de 36 dianas. Terminamos agotados pero muy satisfechos. Salvo en el caso del campo con caballeros medievales (roving field) seguimos la modalidad IFAA standard bowhunter saliendo desde la piqueta roja (un gran reto para recurvo y longbow) o la plateada (desde donde tiran los poleas).


¡Nos atacan! El roving field fue muy divertido, todos queríamos disparar a las cabezas...

El ambiente en el club era fantástico, hacía un día espectacular, mucha gente se había acercado a tirar y se formaban corrillos de arqueros con sus cafés o tes y anécdotas. Yo iba con la intención de hacerme miembro de NFAS (la asociación nacional más interesante con un estilo casi calcado a IFAA) pero Lee me dio malas noticias. El papeleo para hacer a Wye Valley Archery Centre un club NFAS se iba a demorar unos meses por problemas internos en NFAS y hasta que no se resolvieran Lee no podría firmarme mi "hoja de servicio" como había prometido hacer en cuanto se lo pidiera (sin pasar por el curso de iniciación).

Durante la mañana tiré de forma muy irregular. Empecé bien, anclando con seguridad, abriendo con la espalda y soltando limpiamente hacia atrás pero luego empecé a ponerme ansioso y a soltar rápidamente y de forma explosiva, lo que hace que las flechas se me vayan a la derecha, lo tengo muy estudiado. Esto me pasa cuando las dianas están muy lejos (más de 35 metros) y me agobio pensando que no he resuelto bien la distancia de forma instintiva. En este club las dianas están muy lejos. Habían eliminado la piqueta de colores, que era un reto mayúsculo pero creo que la piqueta roja la habían alejado un poco, por lo que aún así la roja podía suponer tiros de más de 40 metros sin ningún problema. Claro, cuando el objetivo es un oso o un ciervo, pues bueno, pero cuando es un cervatillo acurrucado o un jabalí pequeño o un castor a 30 metros, pues empiezas a pasarlo mal. No es que no pueda darle, es que me pongo tenso pensando que mi cerebro no va a ser capaz de intuir el tiro, entonces abro mal, suelto rápido y hacia afuera y salen tiros desastrosos que luego arrastro a dianas más fáciles, para colmo de males.

Tengo muy identificado este problema y la solución es relajarme y volver a hacer todos los pasos con cierto cariño. El parón para comer me vino genial y tirar a maniquíes vestidos con ropas medievales y portando escudos me permitió desconectar completamente de la mañana. La segunda vez que hice el recorrido de 36 dianas, ya sobre las 4 de la tarde, me mantuve sereno y disciplinado e hice un recorrido fantástico, con tiros magníficos uno detrás de otro.


Antonio en una postura muy elegante tras tirar una flecha genial

Me dejó una sensación fantástica porque, sabes, si mantienes la disciplina y tiras como tienes que tirar... las cosas funcionan. Eso sí, 35 libras de un flatbow con distancias como las que tiene este club son realmente límites. No voy a seguir bajando de peso en las flechas de madera, con 320 grains en total creo que estoy en el límite de lo que una flecha puede permitirse para volar recta y estable sin romperse constantemente.

En Wales Archery, que es una tienda fantástica a 5 minutos en coche del club en sentido contrario a The Huntsman, compré 6 flechas para dejar en Londres. Como las compré en la pausa para comer pude usarlas por la tarde y me encantaron. Acerté de lleno y eso que estaban ya "hechas" pero la intuición me ayudó y demostraron que aunque pesaban un poco más, 355 grains, volaban como un obús al objetivo.


Algunos parches de la colección de la tienda Wales Archery

Os dejo con un vídeo de ocho minutos de tomas un poco aleatorias del día. Hay un tiro hacia el final de unos 60 metros cuesta abajo y muy muy engañoso que estuvo genial.

Habrá que volver, aunque no pienso repetir con la logística del alquiler de coche que hice, la próxima vez me busco un car sharing o algo.