El 27 de septiembre decidí acudir a la 1ª Jornada de la 1ª Tríada del club de tiro con arco 3D El Clan, en el monte de El Viso en Alcalá de Henares. Era la segunda vez que estaba en ese campo, una o dos semanas antes había acudido para conocerlo (lo disfruté en solitario un sábado por la tarde).

El formato de La Tríada resultaba muy atractivo ya que son como miniligas de 3 jornadas y se anotan las dos mejores puntuaciones para el ranking final.

Se juntaron numerosos arqueros, casi 80, para disfrutar de un excelente día de flechas en un recorrido bosque y estaban bien representadas todas las clases y divisiones.

Yo estaba asignada a una patrulla con Pedro, Henar, Emma y Olga, mezcla de longbows y recurvos y tuve una experiencia sensacional con todos ellos en un ambiente muy distendido, lástima que Olga optara por abandonar a mitad de recorrido por no encontrarse del todo bien.

La cosa no empezó mal pero tampoco bien y tras las primeras dianas parecía que aquello no daba señales de levantar cabeza. No era capaz de meter las dos flechas en ningún bicho. No era un problema de distancia, eso lo tenía claro, tenía que ser otra cosa. Cuando esto sucede normalmente es por un conjunto de factores.

Ahí, sobre el terreno, pensé que eran las dos porras que acaba de desayunar en una cafetería de mala muerte cerca de casa, que me estaban dejando "tocado". No conseguía fijar la vista bien en la diana, como si estuviera todo mal sintonizado.

Los fallos que tenía eran tan absurdos que pasé rápidamente a dejarlo estar y a no obsesionarme. Las sueltas eran un despropósito, sin ninguna seguridad. Era como si llevara solo unas semanas tirando tras un curso de iniciación. La inseguridad se fue amontonando y mi objetivo pasó a ser relajarme y no agobiarme. Terminé el recorrido con 163 puntos, unos 100 menos de lo que tenía por objetivo y probablemente el peor resultado desde que empecé con el longbow en febrero de este año.

El resto de la patrulla siempre estuvo animoso y estoy muy agradecido. Fue una magnífica oportunidad para conocer a otros arqueros y otro campo, particularmente traicionero con los ángulos y los árboles cubriendo todo el recorrido.

Me decía Antonio Cámara hoy tras la 7ª Jornada de la Liga de Arqueros de Madrid que el campo de El Clan requiere varias "visitas" para vencerlo. Solo tras unas cuentas "pasadas" es cuando uno se sobrepone y empieza a verlo sin nervios ni frustración. Parece evidente que salí bien derrotado de mi primera visita pero seguro que habrá más y acabaré incorporando a mi cerebro las particularidades de un campo muy diferente a otros que he conocido.

La tirada terminó muy tarde para mí, más allá de las 13h y no pude quedarme al bocadillo posterior, que seguramente me hubiera dejado con mucho mejor sabor de boca. Absolutamente derrotado y reflexionando me volví a casa con la firme intención de volver para encontrarme a mí mismo y mi técnica en mejores circunstancias. Eso sí, solo por si acaso, no volveré a desayunar dos porras a una hora de tirar flechas :)

Gracias al club El Clan por la magnífica organización y espero poder seguir asistiendo al resto de jornadas de la 1ª Tríada.