Hace una semana llegó la tarjeta de miembro del club Company of Sixty, un club de tiro con arco de modalidad Field que tiene predilección por la arquería tradicional. Adscritos a la organización NFAS, de la que tenía que ser miembro previamente (ellos mismos firmaron mi solicitud, dándome por apto), mantiene un espíritu muy relajado. Los miembros del club acuden cuando quieren los 365 días del año salvo cuando hay operaciones de talado de árboles en una zona del campo que está destinada a la industria maderera. Organizan unas 3 o 4 tiradas al año a las que se preocupan de invitar a arqueros de otros clubes adscritos a NFAS y al tener dos monitores "oficiales" se permiten dar cursos de iniciación de vez en cuando. Como dato final, cuentan ahora mismo cerca de 185 miembros y planean dejar de aceptar nuevas solicitudes al llegar a los 200. Esto es una característica muy típica de los clubes de todo tipo en Reino Unido en donde llegado a un número determinado (y una gente determinada, imagino yo) prefieren congelar el crecimiento y gestionar en todo caso la pequeña "rotación" anual de 5-10 miembros.

El problema no suele ser tanto esto como el hecho de algunos clubes que han llegado a ese punto de crecimiento tampoco aceptan visitas puntuales de arqueros de otros clubes y genera indirectamente cierto ostracismo entre clubes que viven más para dentro que para fuera. Company of Sixty no es uno de esos clubes y tiene unos mecanismos muy sencillos para que haya visitantes ocasionales pagando 10 libras por día.

Decidí cogerme un día entre semana libre para ir al club. Me levanté a las 7.20, me duché, vestí, preparé el material y me fui a la estación de tren cerca de casa del que partía un tren a las 8 hacia Clapham Junction (una parada) y luego otro hasta Oxshott. A las 9.15 estaba en el club con desayuno en una cafetería de Oxshott incluido.


Tras la verja de madera con candado se extiende un camino de unos 100 metros hasta el punto de encuentro

El punto de encuentro es una zona muy bien dispuesta con una caseta de madera, mesas y sillas de plástico en el exterior, un colgador para arcos, cubos de basura, baños rudimentarios y un gran container cerrado a cal y canto en donde guardan sus preciadas dianas 3D.



La caseta tiene la puerta sin cerrar y tiene un porche muy conveniente para resguardarse de la lluvia



Dentro está el típico utillaje, flechas perdidas y hasta una pequeña cocina de gas


Tienen una pequeña zona de calentamiento con dianas 2D de animales

El campo de Company of Sixty es muy grande, cuando digo que es muy grande es que es al menos el doble del de Arqueros de Madrid, que ya es grande. A cambio, la variedad en la inclinación del terreno es casi nula, como era de esperar en Inglaterra, que es tan verde como plana. Lo que sí se ve inmediatamente es que hay maleza y árboles por doquier. Aquí es extraordinariamente fácil perder una flecha (yo perdí una) simplemente porque hay mucho helecho y planta que cubre todo el suelo a 30 o 50 cm del suelo. Esto hace que el campo sea precioso, naturalmente.


Habrá que adentrarse ahí con nuestro arco...

El recorrido de 36 dianas lo tienen dispuesto en dos bloques de 18 dianas que empiezan y terminan en el punto de encuentro. Ambos bloques tienen una forma cuasicircular y por eso ellos suelen hablar de que tienen montado "un ocho". Cuando estuve el día en el que me iban a "examinar" pensé que era una tontería, que por qué no los tenían ambos fusionados. Luego me di cuenta de que en realidad era una buena idea porque 18 dianas en un campo tan extenso dan para un paseo bastante largo (yo tardo 1h por mi cuenta en cada mitad) y agradeces una pausa a mitad en una zona en donde puedes coincidir con otros arqueros calentando, tomando un té, etc.

Las dianas que tienen dispuestas en el recorrido fijo (que modifican de vez en cuando) son figuras 2D compradas o pintadas por un artista del club. No tienen figuras 3D desplegadas por miedo a robos en la zona y sólo las sacan en las tiradas sociales. Una pena porque a mi el 2D no me llena tanto como el 3D pero queda compensado con creces con el recorrido que preparan. El terreno es en general plano, sí, pero los tiros no son nunca limpios y la distancia hasta la diana es siempre muy engañosa por la imposibilidad de ver bien a través del propio suelo.

Tengo que decir que iba con un arco de iniciación que me compré para dejarlo en Londres, el Buck Trail Black Hawk, un flatbow que me costó 100 libras que por lo menos es resolutivo y si tienes las flechas adecuadas puedes disfrutar perfectamente.


Un buen disparo a 30 metros a una figura pintada relativamente pequeña


Otro gran disparo

Sistema de puntuación

El sistema de puntuaciones que tienen es el siguiente; tiras una flecha desde la piqueta más lejana. Si fallas, tiras una segunda flecha avanzando una piqueta, si fallas, tiras una tercera flecha avanzando otra piqueta. Normalmente solo hay dos puntuaciones posibles por flecha. 1ª flecha, 20 si es vital o más, 16 si es herido. 2ª flecha, 14 si es vital o más, 10 si es herido. 3ª flecha, 8 si es vital o más y 4 si es herido. Con 36 dianas, es fácil calcular que 720 puntos es el máximo que se puede obtener. Los campeones de flatbow en NFAS suelen rondar los 630-660 puntos. Yo este día hice 536 puntos, casi una media de 15 puntos por diana, no está mal.

Un vídeo que muestra cómo es andar por el campo de Company of Sixty

Yo pensaba que iba a estar a solas toda la mañana ¡nada más lejos de la realidad! Justo antes de que yo empezara a calentar apareció Alan, otro miembro nuevo de Company of Sixty que iba también por primera vez. Tiraba English Longbow y tenía un ejemplar de tejo espectacular, con sus nudos y su forma preciosa. Al poco rato aparecieron otras tres personas y luego otro más, todos veteranos miembros del club (de hecho, uno, Rex Oakes, era uno de los fundadores del club hace 30 años). No me quedé con los nombres pero eran todos muy simpáticos. Daba la impresión de que o estaban jubilados o podían permitirse ir una mañana entre semana al campo sin problemas (habían quedado entre ellos). Estaban bastante de guasa y fue un primer acercamiento al club muy agradable, se interesaron por mi trabajo y por España y me dieron la bienvenida al club. Rex es también un veterano fabricante de arcos, exclusivamente flatbows, y me dio a probar uno de 39 libras que era una preciosidad y tiraba maravillosamente. Me dijo que ése era el modelo más simple y que costaba 300 libras, a mi juicio un precio muy razonable para ese arco. Tenía el peso justo y un "feedback" al soltar en el brazo del arco muy agradable, no sabría describirlo, era como una energía liberada de forma muy contenida y en un tiempo muy corto y proporcionaba una sensación de fuerza que se disfrutaba mucho. No tiene sentido comprarme otro flatbow a estas alturas pero si en el futuro me interesara tener un flatbow más interesante por un precio ajustado, sin duda lo tendría en cuenta (también tenía otros modelos más caros, con madera de tejo o bambú).

Fue una mañana fantástica, hizo un tiempo muy bueno con rachas de sol pero sobre las 13.30 me fui andando hasta la estación de tren para coger el de las 14.00h de vuelta a Clapham Junction y luego otro tren de una sola parada hasta casa. Me volví a duchar (y así también me quité el repelente que me había puesto como recomiendan encarecidamente en el club) y con la mochila me fui al aeropuerto para coger un avión a Madrid, avión en el que he escrito este artículo de un fantástico club.