En nuestro entorno de amistades tenemos no pocos casos de aficionados al tiro con arco en modalidad bosque. Mario, Espe, Pablo Alba, Luiyo, Esther, Alex y Ana. Todos tiran o recurvo instintivo o longbow así que hay mucho en común.

Hoy me fui sobre las 3 de la tarde a Arqueros de Madrid para tirar junto a Alex y Ana. Angela se quedó en casa haciendo una buena digestión y una tarta de calabaza.


Aquí la prueba de su maestría

Ana y Alex hicieron el curso de iniciación de Arqueros de Madrid hace más de un año, creo recordar, pero entre el mucho trabajo, algunas lesiones y la preparación de su boda que celebraron hace poco, habían estado lejos del arco y las flechas. Superados los impedimentos fuimos hoy a retomar el disfrute en un día con una temperatura fantástica en el último tramo del otoño.

Primero calentamos en las dianas de calentamiento y luego nos fuimos a la diana de las distancias que ha cambiado un poco y se aleja del camino. También usamos los petos de iniciación para concentrarnos en la técnica y cuando había transcurrido una hora decidimos hacer el recorrido.

Para llevar tanto tiempo sin tirar la verdad es que el resultado fue fantástico. Los fallos tenían más que ver con el cálculo instintivo de la distancia que con la técnica, lo cual es buen síntoma y relativamente fácil de corregir (simplemente tira más y más). Las técnicas de ambos no tienen nada que ver como suele suceder entre cualesquiera dos arqueros.


Ana a punto de matar a un feroz armadillo con su arco Wild Mountain Silvretta

Ni mucho menos me considero capaz de asesorar o formar a nadie más allá de los fundamentos pero sí me atreví a comentar algunas buenas prácticas como tener movimientos sencillos en torno a un equilibrio "mecánico" del cuerpo. Muchas veces, si no tenemos bien cogida la posición los movimientos de la técnica son forzados y se amontonan los errores. Todos hemos sentido en algún momento la sensación de que "todo el cuerpo está perfecto" justo antes de soltar. A eso me refiero, a llegar al momento de la suelta con la sensación clara de que todo está en su sitio. No es casualidad que luego la flecha vuele fantásticamente...

El campo estaba precioso y nos hicimos algunas fotos como recuerdo. Alex es bastante cuidadoso con fotos suyas en Internet así que por eso no las muestro.

A la vuelta, aparte de encontrarme con la tarta de calabaza, nos pusimos a hacer hidromiel casero por primera vez. La técnica y la receta son sencillas pero las probabilidades de que salga con mal sabor son muy altas, lo sabremos en un par de meses... mientras escribo estas líneas espero a que la temperatura de la mezcla de miel de azahar (de la flor del naranjo) y agua baje hasta los 25 grados para introducir unos 4 gramos de levadura de cerveza de tipo "ale" y cerrar el recipiente.