[Fernando López, de Arqueros de Madrid se estrenó hace poco como arquero y estos días como autor invitado en aljaba.net. Recordad que en aljaba.net estoy encantado de dar un espacio para artículos invitados. Las instrucciones están aquí y en este enlace podéis consultar todos los artículos invitados hasta la fecha. Como siempre, las opiniones del artículo invitado son exclusivas del autor. ¡Animaos a escribir!]
320 puntos. Ése es, de momento, mi récord conseguido con longbow y flechas de carbono. Sí, ya sé, los más puristas pensarán “Carbono con longbow no puede ser, tienes que tirar con madera” y tienen toda la razón, pero todavía parto y pierdo flechas y el carbono es más resistente. Y que conste que me encanta el vuelo de las flechas de madera.
Quería probar el tiro con arco para reforzar mi hombro derecho tras un accidente de moto en el que lo reventé por completo. Casi 8 meses sin poder mover el brazo y desde entonces con dolores continuos y poca movilidad. Y buscaba algo que me ejercitara el trapecio, el escapular, el subescapular, el redondo mayor, etc.
Mi primer contacto con el arco fue en el puente de abril de 2018, durante el que realicé el curso de iniciación en el club de Arqueros de Madrid. Quedé muy contento y enganchado por completo. En menos de una semana ya tenía mi primer arco, un recurvo con palas de carbono de unas 36 libras y un nuevo mundo se abrió ante mí.
Cada sábado y domingo me iba al club a tirar flechas, aunque los primeros días no me atrevía a hacer el recorrido 3D.
Uno de esos días me comentaron que tenía que “tirar muchas flechas” para educar a mi cerebro. Recordé un dicho chino que dice que “la práctica da lugar a una gran habilidad”, que además viene al pelo porque trata de un arquero.
Según la historia, durante la dinastía Song del Norte (960-1127), había un arquero muy experto llamado Chen Yaozi. Nunca erraba el tiro y sus alumnos le dieron el apodo de “arquero mágico”. Chen estaba muy orgulloso de su habilidad y creía que era el mejor arquero del mundo.
Un día, mientras tiraba flechas, Chen atrajo a una multitud de curiosos que comenzaron a darle ánimos.
Entre la multitud había un viejo vendedor de aceite, que sacudió la cabeza y no parecía impresionado en absoluto.
Sorprendido, Chen preguntó al vendedor de aceite: “¿Puedes hacer esto? ¿Qué opinas de mi tiro?”
El vendedor de aceite respondió: “Está bien, pero nada especial; todo lo que se necesita es práctica”.
Esto disgustó bastante a Chen.
Uno de sus alumnos dijo al vendedor: “Nadie puede compararse con la habilidad de mi maestro en tiro con arco. ¿Cómo se atreve usted a subestimar la habilidad de mi maestro?”
Sin decir una palabra, el vendedor de aceite tomó una botella, la colocó en el suelo y coloco una moneda de cobre con un orificio cuadrado en el centro sobre la parte superior de la botella.
Entonces vertió aceite con un cucharón de madera dentro de la botella, sin derramar una sola gota sobre la moneda.
Los espectadores miraban con asombro. El viejo vendedor ambulante de aceite miró a Chen y dijo: “Eso tampoco fue gran cosa. Yo puedo hacerlo porque lo he practicado mucho. La habilidad viene de la práctica”.
Un 11 y un 10 con flechas de madera y el Falco en el cocodrilo
Inspirado por esta historia eso hice. Si era cuestión de disparar mucho eso no iba a ser un problema para mí. Empecé a hacer el recorrido 3D tres veces cada día, a veces 4.
48 flechas por recorrido a 3 recorridos por día, estoy disparando una media de 288 flechas a la semana, sin contar las que disparo para calentar. Eso al mes son 1152 flechas, y en los tres meses y medio que llevo practicando 4032 flechas.
Es estos meses mi media de puntos ha ido aumentando y he pasado del arco recurvo al longbow. Primero a un TFK de 29 libras con palas de bambú y carbono y después a un Falco de 40 libras con doble capa de carbono. Utilizo flechas de madera y carbono indistintamente para que mi cerebro se haga a todo.
La primera vez que hice los 307 puntos fue con el Falco el 28 de julio de 2018 y los 320 puntos los logré con el TFK el 4 de agosto de 2018, en apenas 2 meses.
Y ahora viene la polémica. Tiro en apache y anclo con el dedo medio en la comisura de la boca. Tomo referencias y siempre suelto de la misma manera (o por lo menos lo intento) y las flechas me quedan agrupadas aunque se vayan al suelo.
Y como comentó Pablo en su último artículo hay gente que me considera un “tramposo” por agarrar en apache y por utilizar carbono con longbow.
Utilizo el anclaje apache porque es el que me enseñaron durante la formación. Es cierto que lo he modificado para anclar con el dedo medio en la comisura del labio, eso no me lo enseñaron en el curso, pero es algo que yo he visto que utiliza mucha gente y está permitido. Un día probé a hacerlo así y me sentí más cómodo, probablemente porque elevé un poco más el hombro derecho (lesionado) y me cueste menos mantener la tensión porque me quedó el hombro impactado.
He escuchado comentarios a mi espalda, mientras disparaba a un blanco, de que con 3 dedos por debajo es más fácil, y más con la flecha tan cerca del ojo. Estos comentarios en el fondo me dan igual, pero yo me pregunto, si es más fácil ¿por qué no tiran ellos así?
Incluso me han comentado que conseguir más de 300 puntos en tan poco tiempo es por mi forma de anclar, que anclando en mediterráneo no lo habría conseguido.
Yo no lo discuto, pero creo que las 4000 flechas que he disparado en estos meses han tenido mucho que ver.
Mi media actual está en unos 280 puntos, pero me sigo esforzando por superarme. No me apetece participar “oficialmente” en competiciones, aunque sí me gusta participar en las tiradas sociales que organiza el club.
Desde entonces mi hombro está mucho mejor, tengo más movilidad y los dolores han desaparecido, aunque ahora tenga agujetas los lunes.
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