Como cada año los últimos cuatro fuimos en mitad de agosto a disfrutar de dos días de tiro con arco en Reino Unido. El sábado lo dedicamos a Gales, en concreto Wye Valley. y el domingo fuimos al condado de Devon, al suroeste de Inglaterra, que se merecerá otro artículo.

Llegamos el martes a Reino Unido para un congreso muy especial, el 50º aniversario de la Tolkien Society, celebrado en Birmingham, y lo abandonamos el sábado temprano para tener la segunda mitad de nuestro viaje repleto de actividad arquera.

Conocemos bien este lugar, el campo privado Wye Valley Archery Centre, porque hemos estado unas cuantas veces. Es un campo privado regentado por Lee que tiene dos recorridos 3D en una zona preciosa. Pagas 15 libras y puedes estar todo el día en el campo. Nosotros lo que solemos hacer es completar un recorrido antes de comer, hacer una pausa para eso mismo en un pub a 10 min en coche y volver para hacer el otro recorrido. A veces hacemos dos veces seguidas el recorrido corto (18 dianas o así) pero en esta ocasión Angela no se encontraba del todo bien y nos atuvimos al plan base.

Llegamos en coche sobre las 13.30h con un tiempo muy ventoso y amenazando algo de lluvia pero sin el riesgo del año anterior en donde tuvimos que cancelar el plan de la tarde.

Volamos con nuestros equipos arqueros de viaje. Estos equipos son perfectamente funcionales pero apenas los usamos ya. El concepto es que es material que en el caso de que se perdiera o quedara inservible debido al viaje no se echaría en falta de vuelta a Madrid. Sería un fastidio pero es material hiperamortizado.

En concreto, yo llevo mi Falco Force de 35# y flechas Falco ya muy machacadas (a lo mejor tienen 3 ó 4 años). Angela lleva su Slick Stick de 25# y flechas de Falco también de hace al menos 3 años. La verdad es que podría ser el material principal de otras personas pero cuando llevas unos años, tu material "de descarte" empieza a ser algo bastante potente.

En el campo de Wye Valley Archery Centre hay riesgo elevado de perder o romper flechas pero al mismo tiempo es irresisible

El problema en realidad no es la calidad incuestionable del material de viaje, sino la adaptación inmediata que exige para solo dos días. Yo creo que lo tengo más fácil porque tampoco puede haber tanta diferencia con el Falco Saga, pero Angela sí que ha notado más diferencia con su custom Slick Stick de 30#. En cualquier caso, asumimos sin problemas este hándicap porque lo que realmente queremos es una escapada arquera.

Angela con gesto decidido

Lee nos recibió encantado como siempre y nos metimos por error en el recorrido largo. Tardamos un rato en descubrirlo, básicamente, cuando llevábamos hora y media era imposible que fuera el corto y encima el camino discurría por donde yo recordaba que solía estar el largo. Como Angela estaba aguantando bastante bien, seguimos sin problema hasta el final.

Aquí poso contento con dos flechazas

Como el año pasado por la lluvia no habíamos podido hacer el recorrido largo, éste nos pareció completamente nuevo y además iba en sentido contrario a cómo lo habíamos conocido dos años atrás, así que apenas era reconocible.

Tiros lejanos perfectamente enmarcados por la vegetación. Aquí caían algunas gotas, de ahí que Angela esté protegida mínimamente por la capucha.

Este club tiene uno de los campos 3D más bonitos que hemos visto nunca, junto con los de la Selva Negra en Alemania y Vall-Llobera en Cataluña.

Angela en el recorrido corto con las ruinas de una iglesia de fondo

Cierto era que soplaba un viento fortísimo, rondando los 50 km/h, pero estábamos bastante protegidos por la maleza y apenas notamos las molestias. La lluvia, por su parte, no llegó nunca a hacer acto de presencia.

El antes y después de una flecha perfecta en un escenario ideal al caer la tarde
Recorte de la expresión que cualquier arquero reconocerá. Una flecha en el corazón y una sensación de haber sido una con el arco y la flecha.

Tanto el recorrido largo a mediodía como el corto tras la pausa para comer se nos dieron bastante bien. En un campo pierdeflechas, Angela dijo adiós a una y yo salí con una rota. Un sacrificio que apenas nos dolió.

Lee también tiene una diana de metal con solo una pequeña sección desprotegida para poder puntuar. En este caso, se aprecia esa zona justo en el pecho. No estaba colocada así que no probamos suerte.

Estuvimos completamente solos en ambos recorridos, a nuestro aire y ritmo, un plan de pareja que nos gusta mucho. Como siempre, un privilegio poder hacer este tipo de actividades. Desde que hace unos años me animé a conocer este campo obligado a pasar mi cumpleaños en Inglaterra por motivos de trabajo, hemos tratado de volver cada año, ya fuera por nuestra cuenta o con amigos y nunca decepciona. Incluidlo en vuestra lista de campos a visitar si vais a Reino Unido.

Los anteriores artículos sobre este campo son:

2015: primera y segunda visitas

2016: única visita

2017: única visita y con amigos

2018: única visita